Sería difícil imaginar un mundo sin cereales. Esto supondría no poder disfrutar de una buena cerveza, whisky, ginebra, pero tampoco del Drambuie, un licor maravilloso elaborado a partir de whisky, miel de brezo, azafrán y especias.
Esta bebida, como muchas otras, viene acompañada de una historia llena de leyendas que nos encanta contar mientras lo servimos acompañado de unas piedras de hielo.
Parece que se elaboró por primera vez en el siglo XVIII, para el príncipe Carlos Eduardo de Inglaterra y Escocia. Al intentar éste recuperar el trono después de que un grupo contrario destronara a su padre, se refugió en la isla de Skye, entregando la receta de su bebida favorita a uno de sus protectores John Mackinm. La fórmula se fue modificando antes de convertirse en la bebida comercial que ahora conocemos.
Leyendas aparte el Drambuie es un licor excelente solo, con hielo, como bebida digestiva o como ingrediente de uno de los cócteles mas deliciosos del mundo, el Rusty Nail.
El Rusty Nail es uno de los cócteles clásicos más conocido en la actualidad y, aunque pueda parecer de origen escocés por sus ingredientes, nació en un club de New York a finales de 1950, justo después de la segunda guerra mundial.
Parece que su nombre Rusty Nail –clavo oxidado– se debe al color que presenta. Hay quien atribuye su creación a un barman escocés que, enfadado con un cliente por mezclar en uno de sus mejores whiskies un licor, decidió remover los ingredientes con un clavo en lugar de la cuchara de cóctel en un arrebato de ira.
La receta
Se trata de un cóctel de fácil preparación, mezclando 4,5 centilitros de whisky escocés con tres centilitros de Drambuie en un vaso tipo old fashioned, con hielo y un twist de limón.
Otras versiones de este cóctel serían:
• Rusty Bob. Utilizando whiskey bourbon.
• Rusty Ale. Combinando el Drambuie con cerveza, siempre sin hielo.
• Smoky Nail. Utilizando un whisky de carácter ahumado.