Bastantes se habian asustado, ya acostumbrados. ¡Otra tienda de vinos que cierra!, como si fuera el estigma de esta ciudad rodeada de denominaciones vinícolas en la que resulta más complicado de lo que debiera encontrar dónde comprar vino.
Pues no, Vinos Botica no ha cerrado, simplemente se ha trasladado, y bastante cerca de su primegenia ubicación. Desde el viernes abre sus puertas en el número 29 de la calle san Jorge, manteniendo su teléfono.
«Contamos con vinos ecológicos, biodinámicos y de agricultura respetuosa. Para hacer un planeta mejor y alegraros la vida en la medida de lo posible. Toda la tarde estará sonando música en la tienda de nuestro vecino Bigott, tan singular como nuestros vinos, es un placer compartir calle con gente así.»