A las puertas de la Navidad, época de celebraciones tradicionales, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, anima a toda la ciudadanía a comprar y consumir cordero y cabrito durante las comidas y cenas familiares.
El consumo de carne de fresca de ovino sigue la misma tendencia de descenso desde hace ya varios años, si bien durante 2019 esta caída ha sido todavía más acuciante, con un 8,5% de disminución.
Esta bajada en el consumo se repercute directamente, según UAGA, en el descenso del número de explotaciones de ovino. El último dato oficial sobre el número de explotaciones que figuran de alta en Aragón es de 4774, la mayor parte para producción de carne. En 2011, eran 5356 y en 2000, 7926 explotaciones. Según el SITRAN el último censo oficial que figura en Aragón es de 1 701 793 cabezas de ovino, de las cuales en torno a 1 276 344 animales son ovejas reproductoras, cuando en 2009 eran 1 726 542 las reproductoras. Por tanto, la disminución en el censo, en diez años, es del 26%.
UAGA señala que esta reducción del número de explotaciones de ovino y también del número de animales, supone un grave perjuicio para toda la sociedad, ya que se pierden una serie de beneficios medioambientales (las ovejas desbrozan y mantienen cuidados los montes), culturales (el oficio de pastor y los platos elaborados con cordero), sociales (fija población en las zonas rurales) y económicos, que aporta la ganadería extensiva de ovino.
Esta desaparición de la cabaña ovina es consecuencia de tres factores:
- Cambio en los hábitos alimenticios de la población. Se está dejando de consumir cordero y cabrito en las celebraciones tradicionales. Dos claros ejemplos, es que en Navidad el ternasco ha sido sustituido de pavo (copiando a los americanos) y que en los menús de las bodas ha desaparecido este plato típico de Aragón.
- Los bajos precios que percibe el ganadero. Durante este año, el precio medio del cordero lechal, en Aragón, se ha fijado en torno a 4,57 euros/kg, lo que supone un -16% respecto a 2018 (5,45 euros/kg); y el precio medio del ternasco se ha fijado en torno a 2,82 euros/kg, un 4 % menos que 2018 (2,94 euros/kg).
- La amenaza creciente de depredadores: lobo y oso.
Por último, los ganaderos consideran que restaurantes, tiendas y carnicerías, e incluso la administración, están dejando de lado un producto típico de nuestro territorio. No se está poniendo en valor sus propiedades nutritivas ni tampoco se está invirtiendo en su promoción.
En ese sentido, el Sector Ovino de UAGA reclama a todos los implicados en la cadena alimentaria: ganaderos, comercializadores, minoristas y mayoristas, restauradores, hoteles y consumidores que dignifiquen el consumo de cordero y cabrito, especialmente como centro de las celebraciones. Y además, a la gran distribución, los ganaderos le piden «un poco de empatía con el producto local», y que no utilicen el cordero importado de otros países como un producto reclamo, llegando incluso a etiquetarlo fraudulentamente.
Los ganaderos sentencian: «este ritmo van a desaparecer hasta los pastores del Belén».