Seguimos con la plaga de conejos, para la que el Gobierno de Aragón publicó un decreto que el Gobierno central ha recurrido por inconstitucional, aunque el consejero Olona no se muestra preocupado pues se refiere a dos cuestiones menores, como explica en una entrevista en El Periódico de Aragón publicada este mismo domingo. Entre las protestas de los agricultores, la mesa del agua, la reforma de la PAC, sin olvidar cuestiones medioambientales como las hipotéticas Olimpiadas de invierno para 2030, lo suyo es un sin parar.
Eso sí, de los seis comentarios publicados en dicha web −eso sí, por tres personas−, ni uno solo lo aprueba.
Poco parece que va a durar la aventura zaragozana de Toño Rodríguez. Según se cuenta en los mentideros gastronómicos de la ciudad, el cocinero abandonará próximamente sus funciones en el restaurante Quema, sin que nada se sepa acerca de su próxima tarea.
Mientras tanto, su amigo Franchesco Vera ha reabierto, al fin y tras disfrutar de su hijo junto con Flor, su renovado Gamberro, esta vez en la calle Bolonia, 26. Esperemos que a la tercera vaya la vencida, tras su paso por la avenida de Madrid y El Tubo. Eso sí, mantienen su filosofía de trabajo: «Trabajamos dos menús degustación cerrados y a ciegas, en los que plasmamos toda nuestra imaginación y forma de ver la cocina, siempre desde un punto de vista muy personal basándonos en tres pilares con los que dejar marca en nuestros comensales producto, técnica y concepto. No somos un restaurante al que venir con prisas o a comer rápido. Ambas propuestas (Gamberro y Extreme) son elaboradas al momento y tienen que disfrutarse con tiempo y relajación».
«Este es uno de esos locales que provocan flechazo a la primera». Así se expresa Pepe Barrena en el suplemento Metrópoli de El Mundo, probablemente el medio nacional que más referencias aragonesas publica, al escribir del restaurante Palomeque. Compartimos con Pepe lo de «bistrot con estilo», calificado como notable en todos los apartados del artículo. Eso si, en el artículo Dónde probar los mejores menús monográficos de trufa negra, publicado por Lucía Diaz Madurga, que recoge seis establecimientos, ninguno es aragonés.
Los cumpleaños, y más si se trata del quincuagésimo, son dados a compartir recuerdos. En el de la Rinconada de Lorenzo, Javier Navascués, pródigo conversador además de jotero, recordó que el golpe de Estado del 23-F les pilló en plena junta de Horeca, presidida entonces por Emilio Lacambra, a la sazón conocido militante del PCE.
De inmediato, el propietario del restaurante Faustino, Faustino Martínez, situado en las antípodas políticas, le ofreció de inmediato las llaves de su chalet en el barrio de Casablanca; «ahí no te irán a buscar», le dijo.
Tanto Horeca, como Lacambra, respondieron a dicha generosidad con su enorme solidaridad y compromiso ante el incendio de la discoteca Flying, propiedad del empresario hostelero, que fue condenado por ello.
Escribe Gabi Orte Chilindrón en su facebook: «El listo del día. Coge una foto que no es suya (es propiedad de Ternasco de Aragón) de un plato que no ha hecho (lo ha elaborado Beatriz Allue en restaurante El Origen) y de un autor que ni nombra (Un servidor). Así un día sin otro. ¿Qué hago?».
Por cierto, el fotógrafo se ha estrenado como catador −en la categoría personas normales, todo sea dicho− al ser invitado estos días por el panel de cata de los vignerons de Huesca. Se esperan algunas sorpresas que a no todos agradarán.
Algunos creen que los cocineros de los restaurantes de altura comen siempre lo que ofrecen a sus clientes. Y habitualmente no es así. Bien lo saben en La luna de Estambul, donde dos premiados cocineros suelen ir a disfrutar de sus kebabs bastantes noches. Ni tiempo les queda para cocinar en casa.