Basada en una historia real, que pronto se convertirá en serie, la cocinera irlandesa, inmigrante, Mary Mallon fue acusada en el Nueva York de principios del siglo pasado, cuando comenzaban a subir los rascacielos y el puente de Brooklyn todavía estaba reluciente, de propagar las fiebres tifoideas a causa de sus platos.
Estructurada como si de una novela policíaca se tratara, a la espera de un veredicto final que quizá no llegue, la novela describe el trabajo de las cocineras domésticas, contratadas en las casas para ocuparse de los fogones.
También nos acerca a una profesional consciente de su valía, atrapada entre las acusaciones, una complicada relación de pareja y la necesidad de ganarse la vida, sin perder su estatus de cocinera, superior a las operarias de fábrica o lavanderas domésticas.
El sistema sanitario de la época, la rígida separación entre clases sociales, la inmigración, la consolidación de una gran urbe, son asuntos colaterales que empapan la trama principal, y siempre con gran atención hacia la cocina. Engancha.
La cocinera irlandesa. Mary Beth Keane. Harper Collins. Madrid, 2019. 414 páginas. 18,90 euros.