Curioso, muy curioso, el listado de los ganadores de los premios del concurso Alimenta tu Fuerza. La inmensa mayoría de ellos –bastantes nombres repetidos, por cierto–, afortunados ganadores de mochilas y lotes, pertenecen al sector agroalimentario. A modo de ejemplos, directivos de los cocineros, de la industria alimentaria, de la ganadería ovina, de los ecológicos, influencers o como se diga, presentadores de programas televisivos especializados en el agro, organizadores de eventos y catas, distribuidres de vino, hosteleros, páginas webs, etc. Hasta el magnífico fotógrafo de Gastro Aragón ha logrado un lote de cebollas, menos interesante quizá que el de productos ecologicos que ha ido, simpáticamente, a un trabajador del comité.
Quiérese decir, que si se trataba de comprobar la implicación del sector en las propuestas concursantes, prueba conseguida. Pero si el objetivo era popularizar y difundir más nuestros alimentos…. aparecen las dudas.
No sabe mucho este tapao de leyes y competencias autonómicas. Pero mientras ayer fue el primer día, tras el 14 de marzo, en que reabrió sus puertas el mercado agroecológico de Zaragoza, en Galicia disponen desde el pasado 13 de abril de un decreto por el que se «crea un canal alternativo para la comercialización de productos agroganaderos de proximidad con motivo de la suspensión de actividades comerciales derivada de la entrada en vigor del Real decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19», donde se afirma que «la súbita interrupción de las vías habituales de llegada a las personas consumidoras de productos agroganaderos, producto fresco y de la huerta, que, por lo tanto, implica también la inmediata pérdida de ingresos de personas agricultoras y ganaderas que ven así sensiblemente afectada la entrada ordinaria de recursos económicos para el sostenimiento de familias y explotaciones en el sector primario, sector que en Galicia tiene una relevancia y peso fundamental, además de ser el motor principal de dinamización del sector rural».
Lo cierto es que la reapertura del mercado zaragozano funcionó muy bien, respetando las nuevas normas y sirviendo de ejemplo a los mercados de Huesca y Andorra. De hecho, a la hora de apertura eran muchos los clientes que ya esperaban, alguno desde las seis de la mañana, según han informado los periódicos zaragozanos.
Puede que sea simple interés por ayudar, pero no ha sentado bien en determinados sectores de la hostelería el ofrecimiento de la Cámara de Comercio de Zaragoza para gestionar la ampliación de veladores en la ciudad. De hecho, el presidente de la Asociación de Cafés y Bares casi se entera por la prensa, como dicen los políticos de cualquier oposición. Puede ser simple solidaridad, ofrecer una estructura consolidada, pero hay quien piensa que se trata de la intromisión de un poderoso y bien relacionado organismo en un sector que está perdiendo su capacidad asociativa. Al tiempo.
Le dicen a este tapao, siemper por teléfono, que está comenzando a circular entre los hosteleros una lista negra de locales –en realidad, propietarios de los mismos– que se niegan a tomar medidas en solidaridad con sus inquilinos, sea en forma de rebajas, aplazamientos de pago, facilidades, etc. Se da por hecho que un ventoso local, cercano a la plaza del Pilar, no volverá a abrir sus puertas, tras unas cuantiosas inversiones en mejorar las instalaciones que, así, mejoradas, retornan a su propietaria. Y, lamentablemente, no va a ser el único.
A tenor de lo publicado, parece que el recientemente fallecido, el académico gatronómico y turolense Darío Vidal hubiera terminado su carrera como escritor en el año 200o. Y este tapao dispone al menos de dos libros posteriores, publicados en 2003 y 2007. Flor de cardo azul. La gastronomía tradicional en Teruel y Por debajo de la mesa (2007). Es lo que tiene limitarse a copiar lo ya escrito. Descanse en paz. ¡Viva el periodismo actual!