Poco a poco los hosteleros aprenden a colocarse la mascarilla de forma correcta e, incluso, a llevarla tal y como marca la normativa. En la presentación de la Plataforma 0,19, auspiciada por Ambar, todos los presidentes de las asociaciones hosteleras provinciales y autonómicas aparecieron convenientemente enmascarillados, en contra de en otros eventos, cuyas fotografías han sido ampliamente comentadas en las redes sociales. Si todos debemos dar ejemplo estos días, mucho más quienes ostentan la representación de un colectivo que aparece continuamente en los medios.
Fue el primer evento en que hosteleros y medios compartieron espacio, convenientemente separados, además de una gratificante cerveza. No sin esfuerzo, Adriana Oliveros logró que se inmortalizara el momento, periodistas y hosteleros posando en la primera foto postcovid-19.
Escribíamos hace catorce días la creación de listas negras de locales, cuyos propietarios no entienden la colaboración con la hostelería. Como bien recoge El Periódico de Aragón, el coste del alquiler es una de las causas del cierre del mítico bar Bacharach, que también lo cuenta en sus redes. Desde luego, si vuelve a haber allí un establecimiento hostelero, este tapao jamás entrará en el mismo, por muy interesante que sea. Ojalá encuentren otro espacio.
No obstante, de todo se cuece en nuestra hostelería. Desde camareros que han descubierto lo bien que se vive bajo un ERTE, quizá completando ingresos con trabajos en negro, hasta empresarios que reparten quejas sin saber de quién son las competencias, como explicita este cartel. Obviamente, si uno abre un bar pequeño, sin terraza, sin cocina al parecer, las opciones de subsistencia en estos momentos son muy complicadas. Pero las mismas que otros bares que sí ofrecen sus tapas para llevar. Y, no, no es el Gobierno de Aragón quien no le permite trabajar.
Otros tratan de abrir sus negocios –varios abrirán en las próximas semanas– a pesar de la parálisis administrativa, con registros cerrados, burócratas desaparecidos, dudas que nadie responde –quizá porque no hay nadie al otro lado del teléfono–, plazos suspendidos o no…
La cerveza artesana Mijares, que desapareció hace algún tiempo, vuelve a la vida gracias a Mermeladas Mari Golosa, que ha adquirido la fábrica de Rubielos de Mora, donde elaborará de momento tres variedades.