El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto que modifica la normativa vigente sobre calidad de la miel en lo relativo a su etiquetado para garantizar una información más detallada sobre el origen del producto.
Para ello se establece que cuando una miel se haya elaborado a partir de mieles de distinta procedencia, se deberán indicar en el etiquetado el listado de los países de origen donde se haya recolectado. Cuando la miel proceda de un único país, también será obligatorio indicarlo en la etiqueta, por lo que la miel 100% española se podrá identificar claramente.
Para garantizar el cumplimiento de esta nueva exigencia y su comprobación por las autoridades competentes, se exige también a los operadores que recojan, dentro de su sistema de autocontrol, las evidencias necesarias para demostrar los orígenes de las mieles empleadas en las mezclas. Con este Real Decreto, que favorece la transparencia en la información, el consumidor tendrá un conocimiento más completo sobre el origen de la miel, lo que le permitirá ejercer una opción de compra con más fundamento.
Además los apicultores españoles, que producen una miel de excelente calidad, podrán competir en el mercado con la miel que proviene del exterior, en mejores condiciones. Con las modificaciones aprobadas se da también respuesta a las peticiones recibidas desde muchos ámbitos, para establecer mayores exigencias en la
indicación del origen de la miel.
Sabor agridulce en UAGA
La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, la considera una buena noticia. Sin embargo, lamenta las cesiones de última hora a la industria envasadora. «Es un gran avance en transparencia, pero el Ministerio de Agricultura ha dejado al consumidor con la miel en los labios. Que no se incluyan porcentajes de cada país en los que casos que haya mezclas supondrá que, una miel con un porcentaje de mezcla del 1% cosechada en España y del 99% cosechada en China, tenga la misma leyenda en el etiquetado que otra con un 49% de miel española y 51% china, cuando son productos sustancialmente diferentes», ha precisado Pedro Loscertales.
COAG considera que esta opción seguiría induciendo a confusión al consumidor por lo que ya ha reclamado al MAPA que sea más ambicioso y obligue, además, a identificar el porcentaje que aporta a la mezcla final de mieles cada uno de los países de origen de las mismas. Es importante destacar en este punto que, en 2019, España importó miel de 38 países del mundo: 22 de ellos pertenecientes a la UE, el resto de terceros países (16), entre los que destaca China.
Asimismo, esta organización también estima conveniente añadir en la etiqueta si las mieles han sido sometidas a tratamiento térmico con calor, cuestión que no recoge el Real Decreto aprobado.
España es el primer productor de miel de la UE y el 14º del mundo, con más de 26.000 apicultores y 2,5 millones de colmenas. En cuanto a los datos de Aragón, el número de explotaciones apícolas es de 1662, el 5,1% del total estatal. De las cuales, 1385 explotaciones son profesionales –el 83%– y el 77% práctica la trashumancia.