Tristes semanaa en la que vamos conociendo más cierres definitivos de establecimientos hosteleros. El Mesón Campo del Toro, dirigido por Chema Sanjuán, no ha podido resistir la crisis y cierra definitivamente sus puertas. «Si además la propiedad del local no es flexible…», declaraba a Heraldo, con lo que parece que la lista negra de locales cuenta con uno más.
Como Casa Germántambién conocida como el  museo de Elvis Presley, por la cantidad de recuerdos que acumula del cantante. Que se suman a los ya conocidos del Gran Café, Bu!, etc.
Sin embargo, otros tienen la valentía de abrir sus puertas en estos difíciles momentos. Es el caso de La Ternasca, que acaba de abrir un nuevo restaurante en la plaza Aragón.

 

Borsao Peñin
Interesante reflexión de José Peñín en su facebook, que da mucho que pensar acerca de cómo se encuentra el negocio del vino en nuestro país. Eso sí, la percepción de la calidad de Borsao sale reforzada en su comentario.
«El otro día me pase por Mercadona y metí en el carrito esta marca bien reconocida no solo a nivel nacional sino también internacional. La sorpresa fue el precio a 1,76 € la botella. Me pregunte qué tipo de acuerdo, a mí juicio leonino, llegaron los de esta cooperativa aragonesa y el famoso hiper, para acordar este precio imbatible para la calidad del vino y que nada tiene que ver con el más barato del mercado que esta bodega vende a no menos de 5 €. Bajo el nombre de “Garnacha Mitica”lo vende en exclusiva en la cadena de José Roig. Aunque con leves rasgos vegetales, la fruta y la identidad de la garnacha están presentes en este tinto con la frescura de la última cosecha. No he encontrado un vino mejor a este precio. No puedo entender que este precio sea rentable si no existiera alguna otra contraprestación que desconozco. Si lo fuera, sería vendiendo más de 2 millones de botellas y esto no está al alcance de muchísimas bodegas».
Es vasco, y probablemente de Bilbao. Según informa La Vanguardia,un conductor de 56 años, cuyo vehículo  estaba estacionado en el carril de emergencia en la vía que va de Burdeos a Perigueux. Dio 4,75 gramos por litro de sangre en el análisis al que fue sometido. Llevaba 240 kilómetros al volante cuando le dieron el alto y, según parece, no sabía ni de dónde venía ni a donde iba. De hecho, fue incapaz de soplar y por eso le llevaron directamente a un hospital cercano. La Policía asegura que es casi imposible dar con un positivo superior a los 3 gramos por litro, ya que se considera la frontera del coma etílico. El más alto registrado en nuestro país es de 2,88 gramos de litro, en Vitoria.