La sobremaduración del fruto permite una mayor concentración
de azúcares para elaborar el vino de licor Sierra de Viento Ice
Este año la edición de Sierra de Viento Ice será más limitada, debido a la escasez de uva. FOTO: Cortesía Bodega san Valero.
La uvas de la variedad moscatel de Alejandría son las últimas en vendimiarse en la DOP Cariñena. En concreto, esta semana ha tenido lugar la vendimia en dos parcelas situadas a 800 metros de altitud en la localidad de Encinacorba.
Estas dos parcelas de Moscatel de Alejandría son las que van a permitir disfrutar en muy poco tiempo del licor de vino que sale al mercado bajo la denominación Sierra de Viento Ice. Las viñas se asientan sobre laderas de fuerte pendiente y en un paisaje que destaca por su excepcional pedregosidad de pizarras y cuarcitas que crean unas condiciones únicas para su elaboración.
La vendimia es manual y, tras su recogida, la uva llega bastante pasificada a las instalaciones de Bodega San Valero. Allí, tras una cuidada selección de los racimos, se lleva a los depósitos y se fermenta parcialmente.
Con la vendimia tardía se busca conseguir una mayor concentración de azúcares que permita resaltar la singularidad de este vino de licor. En total, se han recogido alrededor de 800 kilos de uva, así que la edición será bastante limitada.
Las uvas sobremaduradas dan como resultado un moscatel ambarino con reflejos topacio oscuro. Este licor exhibe en todo su esplendor los aromas frutales y florales, incluso especiados. En boca es muy equilibrado, sabroso y glicérico, y los azúcares aparecen enmarcados en una fina acidez.
Se sirve frío, entre 5 y 6 grados, y a la hora de maridarlo encaja con postres, tartas como la de almendras, helados, hojaldres y bizcochos. También acompaña a frutos secos tostados y el foie es una buena opción para los más atrevidos.