Ariel Munguía, hondureño de origen y alumno de CPIFP San Lorenzo, de Huesca, ha sido el ganador del I Certamen Jóvenes Promesas de Aragón Rubén Ríos, gracias a su plato Un viaje por Aragón y dos nuevas estrellas en Huesca, un ternasco de Aragón acompañado por una guarnición en la que estaban muy presentes dos de las joyas de la despensa aragonesa: la borraja y la trufa.
Logra así el pase directo al Concurso de Cocineros de Aragón profesional, además de un completo set de herramientas de 3 Claveles, un diploma y el delantal de la ACA.
El segundo clasificado, Iván García, representando a la escuela de hostelería de Guayente, presentó Mi sueño, que recreaba el viaje de un río, desde el Pirineo, con el esturión de El Grado, hasta Teruel, con su aceite de oliva virgen extra del Bajo Aragón, pasando por Zaragoza, representada cebolla de Fuentes de Ebro en tres texturas.
Hasta el IES Juan de Lanuza de Borja se ha ido el tercer premio, gracias al Habano cajún de ternasco de Aragón, de Jorge González, un cuello de ternasco relleno sobre cenizas de borraja, de original presentación, rico en ingredientes de la tierra y con toques de Nueva Orleans.
Los seis finalistas han demostrado gran conocimiento sobre los alimentos de Aragón de calidad diferenciada «que describían durante los cinco minutos con los que contaban para presentar el plato» y buen dominio de la técnica en la ejecución de sus recetas, mostrando el altísimo nivel formativo de las escuelas de hostelería de Aragón.
In memoriam
Con la organización de este certamen, la Asociación de Cocineros de Aragón quería potenciar el conocimiento y el uso de los alimentos nobles de Aragón y crear cantera, para seguir posicionando a Aragón como destino gastronómico, pero también, rendir un sentido homenaje al cocinero que le da nombre, Rubén Ríos, compañero con gran proyección que ejercía en el restaurante Callizo, de Aínsa, cuando falleció en un accidente de tráfico en 2019, con tan solo 25 años. A la final y entrega de premios han asistido tanto la familia de Rubén como sus dos compañeros y amigos del Callizo, Josetxo Souto y José Ramón Aso, que formaban parte del jurado.
La figura de Rubén ha estado muy presente durante todo el evento y en la entrega de premios, la familia, en agradecimiento, ha querido otorgar a todos los participantes otro diploma que reproduce un tatuaje de Rubén, con unas palabras sobre su pasión por la cocina que, ha dicho Javier Robles, presidente de la ACA, «van a convertirse en el lema de este concurso». Los dos responsables del Callizo, además, han querido premiar a los seis finalistas con una experiencia gastronómica en su restaurante, que recientemente ha recibido una estrella Michelin. Además, Eduardo Comín, miembro de la Junta de la ACA, ha hecho entrega de una placa a la familia de Rubén, al final de un concurso donde los nervios y la tensión ha dado paso a la emoción.
Antes de concluir, los patrocinadores, representados por Miguel Albás, de 3 Claveles; Carmen Urbano, directora general de Innovación y Promoción Agroalimentaria del Gobierno de Aragón y Elena Allué, directora general de Turismo de Aragón, han felicitado a organizadores, escuelas y alumnos por el éxito de una iniciativa que tiene mucho futuro.