Gustosa provincia
Oleoturismo, trufa, explotaciones agrarias y obradores abren al público
Aunque todavía poco conocida, la provincia de Zaragoza dispone de una oferta de turismo agroalimentario, diferente del habitual y más conocido,como el enoturismo o los centros expositivos.
De ahí que la Diputación de Zaragoza esté preparando un catálogo de espacios visitables, algunos de ellos en función de la temporada –la naturaleza obliga–, como la caza de la trufa, las visitas a la floración de los frutales o los obradores artesanos. Pero otras explotaciones abren sus puertas al público durante todo el año.
Descubrir la trufa
Aunque el cultivo de trufa haya sido más tardío en la provincia de Zaragoza que en el resto de Aragón, haberla hayla, tanto silvestre –cada vez menos– como plantada. Y también propuestas para descubrirla.
Foresta Algairén propone, desde Cariñena y Encinacorba aunar la salida al campo para buscar trufas –hasta marzo la melanosporum, en verano la estivium– con un mayor conocimiento de su gastronomía, a través de catas y maridajes, dirigidos por la trufera Trinidad Usón, con la colaboración de Clara Cros, del restaurante cariñenense La Rebotica, donde también se proponen menús degustación.
Más al norte, desde la empresa Diamante Negro del Moncayo en el Moncayo, también se plantean visitas a los campos, muestra de recolección mediante perro trufero, complementado con un almuerzo trufero en el Molino de Berola, idóneas para grupos.
En las actuales circunstancias, las visitas deben concertarse a través del teléfono 685 976 367. Habitualmente cuestan tres euros, con entrada libre para niños de hasta diez años. Disponen de una cercana tienda propia.
Oleoturismo
Con una pujanza creciente en el resto de España, nuestra provincia, que dispone de dos denominaciones de aceite de oliva, está ampliando notablemente su oferta oleoturística, centrada en este mediterráneo alimento, no limitada necesariamente a la época de su extracción, en invierno.
Enmarcado en la DOP Sierra del Moncayo, desde Bulbuente, Oliambel desarrolla un completo programa para descubrir la cultura del aceite, con un paquete que llega hasta incluir visita a la almazara, cata y paseo entre olivos centenarios, aunque también ofrece la opción de restringir la actividad en menos tiempo. Disponen, además, de una tienda propia.
Muy cerca en la dinámica localidad de Trasmoz, Aceites Agustín Fornós propone conocer sus instalaciones, con cata de su aceite de oliva virgen extra. Y en la otra punta de la provincia, el Molino de aceite de Mequinenza enseña una de las pocas almazaras que todavía funcionan con molino de piedra de granito y prensa hidráulica.
Al sur, y encuadrada en la DOP Aceite de Oliva Bajo Aragón, la centenaria Almazara Molino Alfonso propone visita guiada a sus instalaciones, donde se explica todo el proceso de elaboración del aceite de oliva; además de visita a los olivos centenarios de Belchite para conocer las formas de trabajar y cómo es la recolección; complementado con una degustación y taller de iniciación a la cata en el que podrán descubrir sabores, aromas, defectos y cualidades de las diferentes variedades de aceite.
¿Cómo se transforma?
Las hermanas Molina, responsables de De Molina Artesanía Alimentaria no tienen problemas en descubrir, desde Caspe, sus secretos para encurtir, por ejemplo, pepinillos o guindillas a los interesados, con cursos de elaboración.
Con larga tradición en la elaboración de conservas vegetales artesanas, Conservas Lorés plantea conocer cómo embotan ellos, siempre de forma manual, con la selección, lavado, escaldado, pelado, llenado, etiquetado de espárragos, pimientos, etc.
Descubrir qué es el hidromiel y conocer su proceso de elaboración es el empeño, desde Lechón, de Hidromieles Artesanas Rasmia, gracias a sus organizados talleres y catas.
Cada día se da más importancia al pan. De ahí que Ecomonegros desde Leciñena, abra su obrador para visitas y diferentes cursos de elaboración de pan y repostería. Como también hace en Trasmoz Cristina Prieto desde su Panadería sin gluten El Trasmozero, donde oferta talleres de repostería con productos de temporada, de pan, así como diferentes charlas.
Pero para hacer pan se necesita harina, precisamente la que elabora en Sádaba Ecotambo –645 251 986–, el único productor zaragozano de arroz y harina ecológica. Ofrecen una visita guiada al molino, con la explicación del proceso de producción, las variedades que utilizan, la metodología agroecológica, etc.
Harina que utiliza, entre otros, la pastelería artesana La Casa de la Abuela –634 995 358–, cuya nieta, Cristina Morón, ha recuperado en Pina de Ebro las recetas tradicionales de su predecesora, que elabora ahora con ingredientes exclusivamente ecológicos. Propone aunar la visita al claustro de los franciscanos de la localidad con el descubrimiento de su obrador, además de la preceptiva cata. También oferta talleres específicos.
Desaparecida en gran medida la matacía doméstica, Cárnicas González Romero, en Ariza, se configura como una de las escasas posibilidades para elaborar embutidos, ya que los personaliza al gusto del cliente, además de curarlos en sus instalaciones. Entre sus propuestas turísticas, más allá de la visita a las instalaciones, oferta cata y taller de embutidos.
Dicen que el queso supone la inmortalidad de la leche. En ello trabajan los Quesos Artesanos de Letux –680 218 977– que ofrecen catas personalizadas para grupos en sus propias instalaciones. Más jóvenes, pero igualmente entusiastas, desde la Quesería de Biota –654 525 716– proponen visitar, previa cita, tanto sus instalaciones ganaderas –que garantizan el bienestar de sus ovejas–, como mostrar el proceso de elaboración de queso y yogur, además de catas y degustaciones. También son de oveja los Quesos Galindo Andrés, en Arándiga, que ha diseñado visitas concertadas para descubrir el oficio ganadero, en la granja y el campo, además de degustar los quesos con leche cruda que elabora.
Peculiar y completa resulta la propuesta de El Corral del Tío Nicasio desde Castejón de Valdejasa, con un completo obrador donde elabora su especialidad, y la de esta localidad cincovillesa, los escabechados. Pero también producen aceite y vino, con lo que proponen la visita a sus viñedos centenarios, además de degustación de sus productos, maridados con cata de sus vinos.
Visitas al campo
Son bastantes los agricultores, especialmente ecológicos, que orgullosos de su trabajo han decidido mostrarlo a los visitantes interesados, de forma individual, colectiva o como actividad escolar. Eso sí, respetando los ritmos y épocas que determinan su actividad.
Aunque no tengan espacio en este reportaje, podemos visitar campos de nogales en Ejea de los Caballeros; descubrir la belleza de los almendros y cerezos en flor, en Aniñón; la amplia diversidad de variedades de manzanas en su mejor momento, en Lumpiaque; recolectar fresas ecológicas en un invernadero de Zuera a lo largo de todo el año; o descubrir cómo viven las gallinas camperas en Mainar.
Todo un mundo de posibilidades para disfrutar del creciente agroturismo de la provincia de Zaragoza.
NOTA
Durante la duración del Estado de Alarma, previsto hasta el próximo mes de mayo, algunos de los lugares propuestos pueden ver modificados sus horarios y condiciones de visita.
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