La Guía Repsol ha creado una nueva categoría, «muy dinámica», los soletes, «para que nunca te falte un lugar al que ir a pasar un buen rato y disfrutar con la cocina».
Continúa la guía en su web, «en su empeño por adelantarse a los deseos de los usuarios, ha creado una nueva calificación que pone el foco sobre todos esos locales que recomendarías a un amigo o a un conocido de paso por tu ciudad porque sabes que son un acierto seguro. Responde así a la demanda creciente por distinguir a tantos lugares desenfadados de los que sales con una sonrisa y que se convierten en un punto de referencia. A los que uno siempre está deseando volver por su cercanía, por su propuesta apetecible y el buen ambiente. Sitios auténticos, ya sean modernos o con solera, y asequibles».
De momento son mil, de los que 57 se encuentran en Aragón, bastante por encima del habitual 3% que nos suele caracterizar en todas las estadísticas y distribuciones.
Los mal pensados atribuyen –pensando siempre en la guía roja– en que se trata de un remedo de la segunda calificación de la misma, los bib gourmand o restaurantes con plato michelin. De hecho apenas coinciden cuatro establecimientos en dichos listados: Crudo en Zaragoza, La Capilleta en Plan, La Barrica en Teruel, y El Rinconcico, en Mora de Rubielos.
Más parece que la Repsol ha pretendido democratizar sus propuestas, llegando a mucho más público, que quizá no quiera o pueda disfrutar de las propuestas de los restaurantes soleados, generalmente de precio más alto.
De ahí que categoricen en Chiringuitos y terrazas; Cafeterías, heladerías y pastelerías; Bares, tascas y barras; Vinotecas, bodegas y sidrerías; Hamburgueserías, bocaterías o pizzerías good; Restaurantes de carta informal y menú del día. Lo que evidentemente amplía el espectro de recomendaciones, no limitado a establecimientos de un alto nivel gastronómico.
La selección, como todas, se presta a discusión, por más que nuestros lectores ya han conocido, a través de estas páginas, a muchos de ellos. Quizá lo más significativo ha sido la apuesta por seleccionar establecimientos distribuidos por todo el territorio, dejando algo huérfanas a las capitales. No deja de ser una opción inteligente en estos tiempos de pandemia y despoblación.