Que no haya novedad en las estrellas michelin aragonesas 2022 es casi una buena noticia, dado como las gastas la guía con nuestra comunidad. Así que seguimos con los siete habituales.En la provincia de Huesca Callizo y Espacio N; Tatau Bistro y Lillas Pastia,en la capital. En Zaragoza, La Prensa y el Cancook Restaurant , y solitario en la provincia de Teruel, en Tramacastilla de Albarracín, la Hospedería El Batán.
Donde más se aprecia la racanería de la guía roja es los Bib Gourmand, que «identifica los establecimientos que ofrecen la mejor relación calidad/precio de la Guía». De los 43 nuevos de este año, ninguno es aragonés. ¿No los hay? ¿De verdad?
Son solo tres de las cuatro, pero al fin se han unido las diferentes asociaciones truferas aragonesas para constituir una federación y lanzar la marca Trufa Negra d’Aragón. Todo un éxito que ha tardado bastante tiempo en llegar y que no veremos en las trufas hasta la temporada que viene, a partir del 15 de noviembre de 2022, pues hay que desarrollar el preceptivo reglamento.
Para la presentación se anunció la presencia del consejero Aliaga, que falló –ya lo ha hecho en varios eventos turísticos, que no empresariales– por lo que el otro afectado Olona se buscó otro afán –¿Estamos ya en campaña? ¿No pueden coincidir dos jefes de partidos diferentes?– y la representación institucional recayó en la infatigable Carmen Urbano, que no se pierde una, y en el oscense Roque Vicente. Quizá para compensar que nadie venía de Teruel, de donde es la asociación faltante, apareció por allí el vicepresidente de las Cortes, el ciudadano Ramiro Vicente, que es de la provincia y, qué le vamos a hacer, me recuerda a Baldomero, un personaje de El Jueves.
Respondiendo a la pregunta del párrafo anterior: Sí pueden coincidir dos jefes, aunque no les hiciera mucha gracia –lo disimulaban, ciertamente, pues abandonaron su mesa casi los últimos–. Lo hicieron el ya citado Olona y Maru Díaz, la consejera de la que depende el CITA.
Fue en la exclusiva presentación de la cerveza Ambiciosa Trufada, en el no menos exclusivo restaurante Gente Rara, que cumplió para el cometido, a pesar de la complicación logística. Pocos eran los invitados, muchos los rechazados, pero finalmente sobró un sitio, según le contaron a este tapao, que fue ocupado por alguien relacionado con la casa, para que no se vieran huecos. La cerveza, por cierto, magnífica. Gracias Antonio Fumanal.
Por fin terminó la larga edición de MasterChef Celebrity, al parecer auspiciada por la DOP Cava, que según se escuchó parece reducirse únicamente a Cataluña, lo que no es cierto, pues ampara más municipios españoles, como los aragoneses Ainzón, Cariñena y Calatayud, amén de otros repartidos por el país. El cómico Miki Nadal, zaragozano, ni se enteró del despiste cavista, enfrascado en lo suyo.
Por cierto, que podrían habernos informado en qué bodega se rodó la competición. Pero no, todo fue secretismo incluso el pobre Pitu Roca tuvo que maridar platos con nombre y apellido con cavas genéricos. Se entiende que la productora tenga que vigilar sus ingresos publicitarios, pero se supone que estamos ante una televisión pública y nos hurtaron demasiada información.
Igual que el otro ganador, Juanma Castaño, Nadal también hizo alusión a su tierra en el segundo plato que presentó, una actualizada caldereta de anguila, según él pescada en el Canal Imperial ¿Seguro? Las anguilas solían remontar el Ebro antes de que hubiera enormes presas que les impiden volver al origen del río, pero sí son plato tradicional aragonés. Dicen que durante los Sitios los zaragozanos comían alubias –de la despensa– con anguilas, estas sí atrapadas en el Ebro. Hoy se antoja imposible.