Según su creador, Javier Domeque, esta singular cosecha encontró el equilibrio óptimo para una perfecta elaboración: apostando por la variedad y dando a cada botella la esencia y el tiempo que necesita para convertirse en uno de los mejores vinos de Garnacha Centenaria del mercado.
La cosecha de 2015 fue una de las más espectaculares que recuerdan en Bodegas San Valero. En cantidad, pero también en calidad, ya que las condiciones climáticas registradas hasta la vendimia fueron extraordinarias. Esto provocó que la llegada a bodega se hiciera en óptimas condiciones para su vinificación.
El resultado de todo lo anterior es este Particular Garnacha Viñas Centenarias 2015, un vino de autor con cuerpo, de finos taninos, muy elegante y sobrio. Elaborado con los viñedos más antiguos de la variedad Garnacha, de bajos rendimientos y con una esmerada crianza en barrica de un mínimo de 18 meses para, a continuación, ser embotellado y de esta forma terminar de afinarse en botellero hasta su comercialización.
Y ese momento acaba de llegar. Al abrir la botella se descubre un vino con carácter y largo post gusto, una seña de identidad que comparte con el resto de referencias que pertenecen a la colección de vinos Particular. A la vista, el color rojo cereza es intenso, está bien cubierto, con ribetes granates y tonos violáceos. En nariz, la sensación es la de un vino muy franco, con intensos aromas a frutos maduros y especiados, torrefactos sobre un fondo balsámico. Al llegar a la boca se presenta estructurado, sabroso y potente, con unos finos taninos, suaves y equilibrados, que contribuyen a alargar su vida para acabar con un final largo y elegante.
Pese a su reciente lanzamiento, ya ha conseguido un importante premio: un Gran Oro en la Berliner Wein Trophy 2021, donde quedó entre los 19 mejores vinos del mundo. Este concurso es el más influyente de Alemania y uno de los eventos internacionales de vinos más populares y conocidos del mundo.
En definitiva, Particular Garnacha Viñas Centenarias 2015 es un vino de autor que homenajea las antiguas tradiciones de los viticultores de la bodega, cuando se distinguían las barricas con grafismos sencillos realizados a mano. Amable, elegante y auténtico. Perfecto para disfrutarlo en familia o entre amigos.
Lo dicho, una propuesta ideal para rendir homenaje a una añada que los expertos consideran como una de las mejores de los últimos tiempos.