Aunque Las Moradas trabaja en ecológico desde el 2002, es en 2017 cuando obtiene la certificación por un organismo oficial
La añada 2017 fue de muy buena calidad con predominancia balsámica
y con excelentes aromas frutales
esde el mes de abril, ya puede disfrutarse del primer INITIO con certificación ecológica elaborado porl a madrileña bodega Las Moradas de san Martín, INITIO 2017 ECO. Y es que, aunque la bodega madrileña trabaja todos sus vinos en ecológico desde 2002, es en 2017 cuando recibió la certificación de viñedo ecológico y elaboración en bodega por el Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad de Madrid, CAEM.
Un tinto elaborado con garnachas de entre 50 y 112 años que plasma la esencia de este terruño de montaña con viñedos de secano, que ya caracteriza a los vinos de Las Moradas.
Así, en su añada 2017, INITIO se convierte en el primer tinto ecológico de Las Moradas que cuenta con certificación de viticultura ecológica por el CAEM. «Nuestro proyecto nació con un claro objetivo de elaborar vinos ecológicos. Un proyecto siempre enfocado a cuidar y respetar el medio ambiente», explica Isabel Galindo, directora técnica y enóloga de Las Moradas.
Por eso, desde el 2002 la bodega madrileña trabaja en ecológico, abanderando prácticas biodinámicas y sostenibles. «Lo que diferencia a esta añada es que anteriormente nuestros vinos no estaban reconocidos por un organismo certificador. Esto se debe a que se necesitan tres años para obtener la certificación del viñedo ecológico. El 2017 es la primera añada en las que las uvas del INITIO han sido vinificadas de forma ecológica, además de veganas», aclara Galindo.
Además, las características de la zona, que cuenta con suelos muy sanos, rodeados de un rico ecosistema donde destacan las encinas y las flores silvestres, permiten a la bodega madrileña trabajar con la mínima intervención. «Elaboramos nuestro vino con una materia prima de muy buena calidad. Buscamos una forma de realizar el vino respetando y buscando el equilibrio entre el viñedo y el medio ambiente», afirma la enóloga.
Así, situado en un altiplano de montaña a casi a 900m de altura, en la vertiente madrileña de la Sierra de Gredos con grandes vientos del noroeste, encontramos estos viñedos asentados sobre suelos graníticos de arena y roca, con pH ligeramente ácido. Los viñedos con los que se elabora este INITIO están plantados en formación en vaso y estricto secano, un lugar donde el paisaje de estos viejos viñedos históricos permanece en el tiempo. Este terroir tan particular proporciona la esencia de Las Moradas: rendimientos bajos, debidos al equilibrio del suelo, una materia prima excelente con impecable acidez, buena maduración y gran equilibrio y estado sanitario, que da como resultado unos vinos muy personales que envejecen elegantemente en el tiempo.
Respecto a la añada, vimos cómo el 2017 vino marcado por un otoño muy cálido y seco. El invierno, en la media típica, dio paso directamente al verano, saltando la estación primaveral. Además, las heladas de abril afectaron a la brotación y por consiguiente a una baja producción. Por su parte, las escasas lluvias primaverales propiciaron un excelente estado sanitario, pero el verano fue más duro y largo para las cepas. Esto provocó un adelanto de la vendimia en unas tres semanas. A finales de agosto, cayó una
gran tormenta que ayudó a la maduración final de la garnacha, obteniendo una uva de muy buena calidad con predominancia balsámica y con excelentes aromas frutales.
Una vez alcanzado el estado óptimo de maduración de las garnachas, se realizó la vendimia manual en cajas y de forma nocturna. Posteriormente, se seleccionaron los racimos antes de entrar en bodega. Tras el despalillado, se mantuvieron de forma natural con las levaduras autóctonas de la propia uva con control de temperatura, durante tres semanas, para no perder sus aromas, sin apenas intervención, y evitar extracciones. Una vez realizada la fermentación maloláctica, también con bacterias autóctonas, se llevó a cabo una crianza de entre 8 y 18 meses, con una media de 14 meses en barrica de roble francés de 500 litros de distintos usos, según la parcela, para posterior coupage de los vinos. Finalmente, se embotelló sin filtrar ni clarificar.
El resultado es un vino tinto muy amble, que muestra el carácter de la garnacha sobre granito en el Sistema Central (Sierra de Gredos). INITIO 2017 ECO está elaborado de forma tradicional, respetuosa y poco intrusiva, para respetar la naturaleza de los vinos. «Ajustamos la elaboración de este vino para no tener que acelerar los procesos de clarificar ni filtrar, dejando que el tiempo haga su trabajo», explica Galindo.
INITIO 2017 ECO es un vino armonioso, sobrio, con aromas balsámicos, de guinda, ciruela roja, monte mediterráneo, frutos silvestres, grafitos y recuerdos minerales del granito. La boca se muestra muy fresca y viva, larga y elegante. Un vino para disfrutar con cualquier maridaje por su esencia y redondez. Muy personal y equilibrado. Además, «nos hemos dado cuenta de que los vinos de Las Moradas envejecen muy lentamente y la vocación natural es vinos de guarda. Y esta añada es tan especial porque se le ha buscado más frescura y fruta», indica la enóloga.
En su etiqueta INITIO 2017 ECO cuenta con un fragmento del relato que la escritora Marta Rivera de la Cruz realizó para Las Moradas de San Martín.