Más allá del cabrito, el restaurante se rejuvenece

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Mariano y Alfredo, cocina y sala respectivamente. FOTO: Gabi Orte Chilindrón.

 

En Zaragoza decir cabrito es decir La Bodega de Chema, pero en esta tercera etapa de la casa, se puede afirmar con rotundidad que la bodega va mucho más allá del cabrito. Aunque siga estando tan rico como siempre.

Bajo la nueva dirección de Alfredo Abadía, hostelero oscense de larga trayectoria –Las Torres, con su familia, sin ir más lejos– y con el también oscense Mariano Andrés Alierta, de nuevo en la cocina, la casa se ha rejuvenecido notablemente. Tanto en el aspecto, actualizado, más luminoso, con libros en los anaqueles, como en la cocina. Y, consecuentemente, también se ve gente más joven en el comedor.
Por supuesto, el tradicional cabrito sigue saliendo a las mesas, como debe ser, ya que cada vez resultan más imprescindibles esos restaurantes que mantienen –y actualizan –sus tradiciones y platos emblemáticos.

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Incorpora novedades como los Ñoquis de calabaza. FOTO: Gabi Orte Chilindrón.

Lo que no implica que no lleguen platos nuevos a la carta, aunque manteniendo un equilibrio entre lo clásico y lo nuevo. Es decir, podemos optar por una tradicional Ensalada de escarola con granada al aroma de ajo o unos divertidos Ñoquis de calabaza caseros con setas de temporada y gambas; o unos Riñones de cabrito lechal fritos con cebolla, tan difíciles de encontrar, frente a una Corvina especiada a la parrilla sobre risotto de espirulina y plancton marino con mantequilla cítrica; Entre los dulces, Tocinillo de cielo con bizcocho de gianduja versus Puding de plátano con ganaché de chocolate al café.
Siempre con una cocina sólida y bien elaborada, rotunda en ocasiones, que llega de la mano de un servicio profesional y atento. Que puede descubrirse gracias a su menú especial –39 euros– que incluye tres entrantes, un segundo y postre a elegir, pan, agua y bodega.

La bodega también se está actualizando, más adaptada a las corrientes actuales. Un clásico renovado, cuyos atractivos crecen en esta etapa.

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El carta nunca falta el cabrito asado. FOTO: Gabi Orte Chilindrón.

La ficha

La Bodega de Chema. Latassa, 34. Zaragoza. 976 555 014. Horario, de miércoles a lunes: de 13.30 a 15.45; noches de viernes y sábado: de 20.30 a 22.45 horas; otras noches, consultar. Cierra martes y noches, salvo las de viernes y sábado. Menú Degustación: 39 euros. Precio medio a la carta: 40 euros. Recomendable reservar. Admite tarjetas. Dispone de reservados y salón de banquetes. Comida para llevar. Aparcamiento público cercano.

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