Tras la pandemia, el vino vuelve a ocupar la calle san Pablo
Tras el obligado parón pandémico, vuelve el vino a la calle san Pablo. De la mano de la Taberna el Broquel, llega de nuevo la Muestra de vino y cultura en el Casco Histórico de Zaragoza, que cumple su decimoquinta edición. Un evento que pretende «acercar a la gente a la cultura del vino en un ambiente lúdico, divertido y responsable», según su organizador, Lucio Lanzán.
El Vino en la Calle tendrá lugar en el local de Zaragoza Vivienda de la calle San Pablo 59, justo en frente de la Iglesia de San Pablo. Con horario de 12 a 16 y de 20 a 23 horas mañana sábado y, ya el domingo, de 12 a 16 horas.
Su funcionamiento resulta similar a otros eventos de este tipo. Hay que adquirir la copa oficial, que propicia el servicio, y también unos tickets, que posteriormente se cambiarán por diferentes vinos en los estands de las bodegas.
Participan 21, además de la Asociación de Vinos de la Tierra, la mayoría con localización en Aragón, pero también otras procedentes del resto de España. En concreto, Bodegas Carlos Valero, Bodegas Laus, Las Moradas de San Martín, Bodegas La Aparecida, Bodegas Tío Nicasio, Augusta Bilbilis, Palmeri Navalta, Jorge Ordoñez, Señorío de Villarica, Val de Horna, El Grillo y la Luna, Península Viticultores, Conde de los Andes, Bruxón, Bodegas Murviedro, Libre y Salvage, Vinos Cooper, Bodegas Salas, Barbadillo, La general de vinos, y los vinos de José Manuel Gonzalvo.
Feria solidaria
Además, habrá un estand solidario con el pueblo de Ucrania, atendido por voluntarios, en el que se recaudará dinero para enviar a Cáritas Polonia en los que se podrán degustar los productos de Bodegas Osborne, Luis Olivan, La Dolores, Paco García, restaurante Rodi y de las demás bodegas que harán donaciones de productos para la causa.
Para acompañar la degustación de vino, se dispone de las tapas de la Taberna el Broquel, así como los Quesos de Guara y el conejo escabechado de El Corral del Tío Nicasio, de Castejón de Valdejasa, que también han instalado un puesto.
No faltará la música, gracias a la presencia de La Belle Beauté, con Jean Pierre Bailly a la guitarra y Thomas Kretzschmar al violín, probablemente quienes hacen el mejor swing de Zaragoza.