El bosque Ambar estará formado por 2000 árboles que favorecerán los acuíferos y fomentará la biodiversidad animal en la zona.
Ha sido firmado el acuerdo para la creación de un sumidero de carbono en Aínsa por el director de comunicación, relaciones institucionales y sostenibilidad de Ambar, Enrique Torguet; Enrique Pueyo García, alcalde-presidente del Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe; Juan Antonio Gil Gallús, vicepresidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ); y Pedro Pérez de Ayala López-Cortijo, director de la empresa ReTree.
El proyecto que cuenta con la financiación de la cervecera es un ejemplo de colaboración público privada cuyo objetivo es poner en valor la recuperación del patrimonio medio ambiental aragonés. El espacio natural de La Serreta se encuentra a los pies de Peña Montañesa, ubicado en la confluencia de los ríos Cinca y Ara, muy próximo a la localidad altoaragonesa de Aínsa. «Es un mirador muy frecuentado por los turistas» señala su Alcalde. Con una extensión de nueve hectáreas y propiedad del Ayuntamiento, ha sido cedido a explotación durante 40 años para albergar una plantación de 2000 árboles, en su mayoría encinas.
«Es un nuevo bosque Ambar que recupera lo que antes era un encinar. Tras su degradación durante el último siglo, volverá a su estado ecológico original, generando biodiversidad y riqueza natural, además de ayudarnos a responder positivamente como compensación voluntaria por nuestras emisiones de CO2», según Enrique Torguet de Ambar.
La empresa ReTree será la encargada de las tareas de repoblación forestal con la preparación del terreno, trabajos de plantación y obras auxiliares, así como de realizar la certificación del sello Compenso del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), para Ambar. En las tareas de repoblación forestal se creará empleo local y se realizarán actividades de voluntariado de la marca con personal del territorio desde el mes de octubre de este año hasta marzo de 2023. «Esta iniciativa supondrá la compensación de huella de carbono de un total de 300 toneladas de CO2, regenerando 22 220 m2 forestados, favoreciendo así a los acuíferos, con un beneficio hídrico de 65 000 000 litros, y la biodiversidad animal en el entornos», manifiesta Pedro Pérez de Retree.
Por su parte, la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) con la que Ambar ha desarrollado en el pasado distintas acciones de protección de especies y que realiza la custodia medio ambiental del territorio de Aínsa por acuerdo con su Ayuntamiento, desarrollará labores de asesoramiento y actividades divulgativas «para dar a conocer el proyecto entre los visitantes a nuestro centro de visitantes del Eco-museo Castillo de Aínsa por el que pasan al año 25 000 personas» ha dicho Juan Antonio Gil de FCQ.
Proyecto Ambar EBROVIDA
Este acuerdo forma parte del proyecto EBROVIDA impulsado por Ambar cuyo objetivo es proteger la biodiversidad y generar un impacto positivo en sus comunidades y consumidores. El pasado mes de mayo, la cervecera anunciaba la creación de otro bosque Ambar en el vedado de Peñaflor, a 20 km de Zaragoza, y más recientemente el lanzamiento de Ambar Triple Zero. Una cerveza que, además, de cero alcohol y cero azúcares, es también cero por sus emisiones neutras de CO2. Una iniciativa desarrollada con la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES).
Ambar ha impulsado en su trayectoria distintas actividades medioambientales entre las que destacan desde 1997 las catorce ediciones en favor de especies animales amenazadas realizadas con la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, por las que recibió los premios Félix de Azara de la Diputación de Huesca en 2004 o el premio Medio Ambiente del Gobierno de Aragón en 2010. Además, Ambar fue socio fundador del primer eco-fondo en España promovido por la Fundación Ecología y desarrollo y gestionado por Renta 4 cuyo objetivo era invertir éticamente en proyectos que favorecen una sociedad más solidaria y sostenible.
Más sobre proyecto Ebrovida www.ambar.com/ebrovida