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Nativo brasea su carta con nuevas propuestas

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Nativo Tradicional Deli incorpora nuevos platos que tienen
como testigo la desnudez  del producto y la brasa

Eljefe de cocina, Jon Pérez, con sus nuevos platos a la brasa. Foto: Alicia Llamas

El local de grupo Tándem, en el entorno de Aragonia, apuesta
por quitarle capas a los platos y mostrar propuestas honradas 

 

En plena celebración de su quinto aniversario, Nativo Tradicional Deli, perteneciente al Grupo Tándem, situado en la zaragozana Avda. Juan Carlos I. 41, renueva su carta e introduce propuestas donde la brasa es la protagonista.

El mimo en el trato del producto sobre la brasa se traslada a la simplicidad de unos puerros que defienden un sabor intenso en plena desnudez y que se acentúa con una salsa romesco. La apuesta por los vegetales al fuego es un propósito de Jon Pérez como jefe de cocina que ya sorprendió con su apuesta de Aguacate a la brasa (9,75€) con tomate natural, arenque ahumado y aliño de olivas negras. En esta renovación, también fascina la piña a la parrilla, que, como postre, ofrece una versión completamente opuesta a su naturaleza.

En los principales, se presenta el pollo Nativo a la brasa con verduritas (13,50€) donde Pérez acierta con el punto de la jugosidad alargando el retrogusto del ahumado o sus infalibles Carrilleras braseadas de ibérico realmente muy tiernas (14,50€). Un homenaje a la ya denominada ‘cocina verité’ donde los artificios se ausentan por completo.

 

Arroz con secreto ibérico. Foto: Alicia Llamas.

El arroz también pasea por la brasa y lo hace en modo aragonés y con un acompañante muy sabroso, el secreto ibérico.

Lejos de la brasa también se presenta como novedad el Carpaccio de atún elaborado al más puro estilo tradicional (11,75€) y los boquerones fritos (11,95€).

Algunos de los platos ya presentes en la carta hace cinco años y que se han convertido en una seña de identidad de la casa son las gambas Gadget (en honor a aquel inspector despistado con el que una generación creció en los 80), en gabardina y una bechamel que sorprende al paladar (3,95€/dos unidades); o el cachopo (26,50€), un Ferrari en ventas y que merece la reputación que le precede, por tamaño, por su materia prima y por su jugosidad. Por cierto, cuenta con una versión reducida para estómagos más tímidos (16,50€).

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