El Jurado de Orden y Defensa Estatal –sí, el conocido como J.O.D.E– estaba ya reunido.
–Parece que no ha llegado a funcionar del todo lo de la subida del carburante- comentaba número 2.
–¿Funcionar? Estos cafres son capaces de ir al trabajo en bicicleta aunque se tengan que levantar dos horas antes, bueno, los que tienen trabajo, claro– alegaba número 3 mientras algún que otro miembro le reía la gracia.
Número uno, tranquilizaba la sesión como siempre…
–Veamos, funcionar ha funcionado, que las arcas hablan por sí solas, aunque de cualquier modo hace falta más. Venga, tormenta de ideas. Sin miedo.
Los miembros empezaron a expulsar ideas de sus diabólicas mentes. Hacía falta más cash y sabían perfectamente de quién sacarlo.
–¡Impuesto a las bicicletas! Y multas, a quién no tenga un… ¿carnet de ciclista, por ejemplo?
Número uno, tomaba nota en cuadernillo de tapas negras.
–Más. No es suficiente. Más.
–Tendríamos que subir el precio del agua corriente. Por el bien del planeta, claro. Que es que lo estamos dejando seco, digo yo. –Opinaba Número 6–.
Número 1, seguía apuntando en aquel librillo maléfico.
–Bien, la ecología es muy importante, eso es verdad. Más.
–¡Esperad! –Número 8 se levantó. Siempre solía tener ideas geniales. Todos le escucharon–. Si les subimos el carburante irán en bici, si ponemos impuestos a la bici harán otra cosa. Ya sabéis que no son todos tan tontos como parecen, bueno algunos sí, jajaja. Risas de nuevo.
–Bien, bromas aparte hay que pensar en qué es indispensable y ahí no nos la pueden pegar. Lo del agua está bien.
–¿El fútbol? –preguntaba número 7–.
–¡El papel de váter! –decía número 5, mientras el consejo volvía a reír de buena gana.
Número 8 continuó.
–La alimentación. Es la alimentación. Mientras trabajamos con este tema habrá que ir poniendo partidos de fútbol, claro. A ver si sacan ya lo de la liga mundial. Hay que subir los precios desde los piensos que comen las bestias, hasta el de la última rodaja de solomillo. O es que no veis que nos estamos cargando el planeta. Comemos y bebemos mucho más de lo que necesitamos, y eso además es… hasta un pecado capital. Y si nosotros comemos menos, más comida habrá para el tercer mundo, ¿no? Que parece que va a ser todo para nosotros, leñe. Y es que además por una pequeña subida, ya que va a ser necesaria por el bien de nuestros hijos y además en algo necesario a su vez para todos, pues tampoco se nota a fin de mes.
–¿Qué se come todos los días en España? preguntaba número 3.
–Huevos fritos. Los currantes desayunan huevos fritos con cosas todos los días, o eso se dice. Lapidaba número 7.
–Y cerveza. Se bebe mucha por aquí. Número 6 ponía su granito de arena.
–¡Anda y el café! Aquí hubo abucheo general.
–El café déjalo por ahora.
–¡Pues la leche!
–Ah, sí, sí. La leche sí. Número 1, volvió a garabatear algo en su grimorio.
–Bien. Vamos a estudiarlo detenidamente. Volvía a resolver el number one. Número 4, pide unos cafés a la chica por favor.
–Oye, número 9, qué callado estás. ¿Te pasa algo…?
–Bueno, es que estaba pensando que por qué tenemos que ser el Jurado de los 9 y no el Jurado de los 10, que parece que da más márquetin… Es que tengo un cuñado en el paro, y nos iría muy bien. Lo que yo os diga.
–Bien, que se pase mañana y hablamos. Sentenciaba Número 1.
–Espero que no viva muy lejos, a ver si va a tener que venir en bicicleta. Las risas y aplausos llenaron la sala, número 2 siempre era bastante gracioso con sus ocurrencias.
–La de vueltas que tenemos que darle al coco para que el país funcioné, ¿eh?, esto no está pagao.
–¿Nos subimos un poco el sueldo?
Número 1 apuntó en el cuaderno.¿Y cuándo? Cuando dicte la temperatura, no cuando me lo diga san Leoncio, ni cuando la luna esté en fase poliedral.