Este año, la vendimia se ha adelantado una semana debido a las altas temperaturas experimentadas desde mayo y la escasez de lluvias
Las parcelas de secano de las variedades tintas han experimentado una merma en cantidad, no así en calidad, que se muestra excepcional
Bodega LAUS ha finalizado esta madrugada la vendimia 2022. Una vendimia marcada por un inicio temprano respecto a las fechas medias de la bodega, con alrededor de una semana de adelanto, debido a las altas temperaturas y a la escasez de lluvias vividas durante todo el verano. Una vendimia que será recordada como una de las más breves, con una uva sanitariamente perfecta, una merma en cantidad de las parcelas de secano de las variedades tintas y una calidad excepcional.
La bodega del Somontano inició la vendimia 2022 el jueves 11 de agosto con la variedad de uva chardonnay, lo que suponía un inicio temprano respecto a las fechas medias de otros años, con alrededor de una semana de adelanto. Desde el Departamento de Viticultura de LAUS explican que «esto se debe principalmente a las duras condiciones de temperatura y humedad relativa experimentadas durante la ola de calor de junio y julio, que propiciaron una acumulación de azúcares más rápida de lo habitual».
Y es que este verano se han registrado temperaturas récord en el Somontano, superándose los 40ºC en el mes de junio en las zonas más al sur. Así, la vendimia comenzó con la variedad chardonnay del valle de Torrefierro, con una media de grado probable de 13,4 y una acidez de 4,5, valores ideales para la elaboración del blanco joven LAUS Chardonnay.
La vendimia prosiguió con la variedad merlot, una variedad muy sensible a las temperaturas altas. «En años como el actual, esta variedad sufre una aceleración de la maduración más acentuada que el resto de las variedades, lo que ha propiciado que se vendimie en fechas similares a la chardonnay», argumentan desde Viticultura, con una media de grado probable de 14 y una acidez de 3,7. Además, esta variedad ha sufrido mermas considerables respecto a la cantidad, es decir, los rendimientos han sido inferiores a la media, propiciando así que las bayas tengan menor relación pulpa/hollejo.
Hasta la tercera semana de vendimia no se comenzó a recoger la variedad syrah. «Aun siendo una variedad más tardía, la recogimos antes del mes de septiembre, ya que en el caso de LAUS la destinamos a elaborar nuestro rosado, por lo que no es necesario un grado alcohólico tan alto», apuntan desde Viticultura, además, añaden que, «de esta forma, se consigue que tenga una acidez más elevada, ayudando así a que el vino esté dotado de una frescura más marcada».
Tras estas primeras semanas, se comenzó la vendimia dirigida a recoger las variedades tintas que necesitan una maduración más completa, con más grado alcohólico, donde poder expresar el alto valor de la zona del Somontano. En el caso que nos ocupa, en primer lugar, se trata de la garnacha tinta, una variedad que, en un año con una climatología complicada, con unas temperaturas récord y una mínima pluviometría ha dado una calidad excepcional. «La adaptación de esta variedad durante décadas a los rigores del duro clima del Somontano ha sido la clave, resistiendo la falta de precipitaciones en estos viñedos de secano y manteniendo una producción digna en cuanto a cantidad; siendo en esta campaña mucho mejor cualitativamente que otras variedades, ya que ha realizado una maduración lenta y completa, estando la planta fotosintéticamente activa, y alcanzando unas características organolépticas complejas y óptimas para un futuro vino que seguro nos reportará muchas alegrías», explican desde Viticultura. «El buen hacer de los viticultores del Somontano, acostumbrados a veranos difíciles, con un viñedo bien cuidado, con una adecuada cantidad de uvas, y con un meticuloso manejo de la vegetación, ha hecho que hayamos podido vendimiar lo que será una de las mejores uvas tintas de esta campaña, la garnacha tinta», apuntan.
Por último, la segunda semana de septiembre se vendimió la variedad cabernet sauvignon, una variedad de porte más leñoso que favorece que su maduración sea más lenta. La maduración fue lenta, consiguiendo de esta manera que los polifenoles tengan una calidad y concentración magnífica para elaborar de esta forma crianzas y reservas de gran calidad. Al igual que el merlot, las parcelas de cabernet han tenido rendimientos más bajos de lo habitual, sin que se vea afectada la calidad.
En general, la vendimia 2022 será recordada como unas de las más breves, con una uva sanitariamente perfecta, una merma en cantidad sobre todo de las parcelas de secano de las variedades tintas, pero una calidad excepcional que seguro se reflejará en los futuros vinos que están por venir, fiel representación de los Aromas del Somontano.