Mantenemos la promesa, pero este tapao se ha ido de puente, así que la entrega, más o menos, llega al final del finde, como debería ser obligado.
No hay duda que aparece en la sección COME COME de Gastro Aragón trae suerte. Una de las entrevistadas, Luz Gabás, ha ganado el premio Planeta, nada menos; otros también recibieron diversas distinciones una vez publicados, como el todavía añorado Joaquín Carbonell o Luisa Gavasa.
Aunque no sepan qué son los adoquines –la Vallejo-Nájera les llamó caramelos, que lo son, pero no– MasterChef vino a Zaragoza, en plena canícula, en un programa que se emitió poco antes del Pilar. Más allá de los tópicos, que los hubo, se notó en exceso las ganas de una candidata por aparecer ante las cámaras de la televisión. Poco salieron y hablaron los que se acercaron a comer a la plaza del Pilar.
Otros sí aprovecharon la ocasión, como los Sopensens, productores ecológicos que se fotografiaron con Pepe Rodríguez, amén de ofrecerle algunas de sus borrajas.
O David Boldova, cocinero y propietario del restaurante Novodabo –Plaza Aragón, 12. Zaragoza. 976 567 846−, que además de aparecer en pantalla con diferentes –y magníficos platos ofrece ahora en su casa el Menú masterchef con dichas propuestas.
Poco a poco, nuestros cocineros van apareciendo en el panorama nacional, y más si tienen estrella. María José Meda, de la Hospedería El Batán, ofrece su receta de Presa de cerdo blanco y jamón líquido sobre risotto de setas y parmentier de patata trufado, junto a oros estrellados en una página de promoción de la carne de cerdo.
Por su parte Ana Acín y Eduardo Salanova, de Espacio N –es decir, La Venta del Sotón–, nos ha dado otra alegría al saber que se responsabilizarán de la parte gastronómica del Royal Hideaway Hotel, del grupo Barceló, el ubicado en la antigua estación de Canfranc.
También nos darán, esperemos, alguna alegría los cuatro cocineros seleccionados para el XVIII Concurso Nacional de Pinchos y Tapas, que se celebrará en Valladolid del 7 al 9 de noviembre. Son el zaragozano Alejandro Viñal, del Nolagras, con Esencia; y los oscenses Iris Jordán Martín, del restaurante Ansils, en Anciles, que ganó el provincial con su Leche-Civet de Jabalí-Sauco; Ramon Jesús Lapuyade, del Hostal El Portal, en Alcolea de Cinca, con Lanita; y el incansable Toño Rodríguez, de laLa Era de los Nogales, en Sardas, que presenta In love.
Si uno se fija en el anuncio del ternasco de Aragón –estos sí se publicitan en Gastro Aragón, no como otras denominaciones, de cuyo nombre no quiero acordarme, ni consumirlas– apreciará –lo hemos marcado para los que se fijan poco–que la papeleta que envuelve a los churrasquitos, a modo de papel de periódico, contiene carácteres en árabe. ¿Astucia promocional para ganar al mercado islámico, gran consumidor de cordero? ¿O fotochop del diseñador? En cualquier caso están muy ricos.
Éramos pocos y parió la abuela, en concreto adaptógenos, que, según pone en una nota de prensa que me han rebotado mis contactos para que me ría un poco «son una solución natural que refuerzan tu sistema inmune ante problemas físicos, mentales y emocionales como la ansiedad, el insomnio, la fatiga, la libido –¿será su ausencia, no?– o la falta de energía. Los adaptógenos son plantas, aliadas naturales que trabajan sobre el sistema nervioso y endocrino, modulando la sensibilidad del hipotálamo y haciendo que nuestro cuerpo segregue menos cortisona y reduzca el nerviosisimo que se dispara de forma espontánea».
El invento es obra de Begoña y Cuchita Lluch, creadoras de Begoístas, por si no tienen nada mejor que hacer y quieren profundizar en estos adaptógenos.