Foto de familia de las autoridades –actuales y pasadas– y los representantes de las diez bodegas que integran la asociación Vinos de la Tierra de Aragón. Foto: Gabi Orte Chilindrón.
Hace dos décadas, Paula, Carmen y Estela, tres mujeres, vinateras ellas, se acercaron al entonces consejero de Agricultura, Gonzalo Arguilé, para proponerle la creación de la figura de Vinos de la Tierra, ahora IGP. «Ellas hicieron algo por su tierra, por su país, por su pueblo y contribuyeron, desde la humildad, a mejorar el territorio. Mi más sincera enhorabuena. Lo habéis hecho muy bien», evocó Arguilé.
Veinte años después, Arguilé, junto con el actual consejero, Joaquín Olona, y la presidenta de la Asociación de Vinos de la Tierra, Paula Yago, han celebrado su aniversario, con diez bodegas inscritas en la asociación, procedentes de cinco zonas productoras aragonesas, en concreto, las IGP Bajo Aragón, Ribera del Gállego-Cinco Villas, Ribera del Jiloca, Valdejalón y Valle del Cinca.
A por una única IGP
«Vimos la necesidad de dar visibilidad a nuestros territorios y a nuestros pequeños proyectos en pueblos pequeños, donde la tradición vitícola era y es un patrimonio de valor incalculable. En aquel momento, las figuras de las Indicaciones Geográfica Protegidas todavía no alcanzaban el valor que tienen hoy, y éramos únicamente Vinos de la Tierra. Estábamos convencidos del valor que representaban nuestros proyectos en cada uno de los territorios y todas, y cada una de las bodegas, compartíamos las mismas inquietudes: pasión por nuestras viñas y por nuestros pueblos. Además, tuvimos la suerte de encontrar en la Consejería de Agricultura de aquel momento, y especialmente en la persona de Gonzalo Arguilé, un firme aliado para dar forma a nuestra asociación y a nuestra iniciativa, y con su apoyo y el soporte de Pedro Orduna, que también hoy nos acompaña, nació la Asociación de Vinos de la Tierra de Aragón», recordó Yago.
Que también reivindicó la creación de una única IGP Vinos de la Tierra de Aragón, que incluya a las ya existentes, de forma similar a como existen en otras comunidades. Reto que fue asumido por Olona. «Paula, te cojo la palabra de evolucionar hacia una IGP para darle a estos vinos el valor que tienen y así poder culminar el proceso que inició Gonzalo. Nos vamos a poner manos a la obra para evolucionar hacia esta figura», afirmó.
Junto a fortalecer la normativa de gestión y revisar los acuerdos con Agroseguros, que «penalizan a los viticultores de las IGP y poder tener las mismas coberturas para nuestros cultivos que los que existen para las zonas con DOP».
Actualmente, la asociación está compuesta por Cooperativa Virgen de la Corona –Aixena Bodega– de Almudévar, Edra Bodega de Ayerbe, Bodegas Pegalaz de Santa Eulalia de Gállego y Bodegas Ejeanas de Ejea de los Caballeros, en la IGP Ribera del Gállego-Cinco Villas; Bodegas Tempore, Lagar de Amprius y Pedra Volta, en Bajo Aragón; La Cooperativa Santo Tomás de Aquino, Daroca Bodega, en Ribera del Jiloca; Epilense de Vinos y Viñedos, en Valdejalón; y Finca Valonga, en Valle del Cinca.
