En la feria, que ha tenido lugar este fin de semana en el hotel Zentro, han participado nueve expositores, entre productores y empresas comercializadoras de productos elaborados con Tuber melanosporum, así como un estand propio del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)
Unas 200 personas han podido disfrutar de una charla especializada y una mesa redonda, dirigidas por profesionales de la trufa negra, y se han servido 380 tapas elaboradas con el «oro negro de Aragón»
La trufa negra de la provincia de Zaragoza ha sido la gran protagonista este fin de semana en la capital aragonesa. La segunda muestra de uno de los productos estrella de Aragón ha alcanzado los 12 kilos de trufa fresca vendidos. En la feria, que ha tenido lugar en el hotel Zentro, han participado nueve expositores, entre productores y empresas comercializadoras de productos elaborados con Tuber melanosporum -coñac, queso, aceite, elaborados cárnicos, aderezos y dulces-, y un estand propio de la Escuela de Cocina Azafrán y otro del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) con aromas, microscopios, paneles ilustrativos y distintas clases de trufa para aprender sobre este hongo hipogeo, con los mejores investigadores de trufa negra del mundo.
Esta feria, organizada por la Asociación de Truficultores de las Comarcas de Zaragoza (Truzarfa), en colaboración con el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y la Diputación de Zaragoza (DPZ), se ha convertido, en tan solo dos ediciones, en el «más importante encuentro de los profesionales de la trufa negra en la capital aragonesa».
«El tránsito de visitantes ha sido similar al del año pasado, pero debemos apuntar que, en esta ocasión, ha habido más venta y se nota que los consumidores ya tienen más noción sobre este producto, por lo que estamos más que orgullosos. Hemos conseguido acercar la trufa negra a la población a través de este tipo de acciones que ofrecen también charlas didácticas e informativas sobre lo que es y sus usos en la cocina», han apuntado desde la organización.
La feria también ha tenido una parte didáctica y de conocimiento del producto, como ha sido la charla especializada sobre Tuber melanosporum que han impartido los investigadores del CITA, encabezados por Pedro Marco. En ella, los asistentes han aprendido sobre aromas, clases y producción.
Además, se ha celebrado una mesa redonda «La trufa en la cocina» moderada por el conocido periodista, escritor gastronómico y colaborador de El Comidista, David Remartínez, en la que han participado cuatro grandes profesionales de este producto: María Jesús Blanco, copropietaria de la tienda especializada Lasca Negra; Blanca Rodríguez, copropietaria del Restaurante Rodi de Fuendejalón y la tienda online Rodi Gourmet; Roberto Alfaro, jefe de cocina del restaurante Absintihum; y Jesús Solanas, maître del restaurante Absintihum. Unas 200 personas han podido disfrutar de estos talleres, dirigidos por profesionales de la trufa negra, y se han servido 380 tapas elaboradas con el «oro negro de Aragón».
Una de las condiciones que la dirección de Truzarfa y la Federación de la Trufa Negra D’ Aragón han puesto para participar en la muestra es que los expositores solo puedan vender trufa fresca Tuber melanosporum o productos elaborados con trufa fresca Tuber melanosporum. «No se ha permitido exponer productos con aromas ni potenciadores. Así que podemos certificar que todo producto elaborado con trufa que se ha vendido en la muestra es 100 % natural». El precio de la trufa ha sido de 1.000 € el kilo. Un precio por debajo del que hay ahora mismo en el mercado, unos 1.600 €, pero, desde la organización, han querido hacer el esfuerzo para seguir potenciando el conocimiento y consumo de la trufa negra de Aragón. Unas 200 personas han podido disfrutar de estos talleres, dirigidos por profesionales de la trufa negra y se han servido 380 tapas elaboradas con el «oro negro de Aragón».
Cabe recordar que Aragón es el principal productor de trufa negra del mundo, donde se recogen unas 120 toneladas al año, lo que supone alrededor 40% de la producción mundial. Este porcentaje varía dependiendo de las condiciones climatológicas de cada temporada. La comunidad aragonesa cuenta con cerca de 12.000 hectáreas de Tuber melanosporum y hay más de 800 truficultores y recolectores.