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Nos dejó Francisco Abad Alegría

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El prolífico erudito de la gastronomía falleció hace una semana

Presentación de su último libro en Cálamo, el pasado mes de noviembre, junto a José María Pisa y José Miguel Martínez Urtasun. Foto: Cortesía Familia Abad.

 

JMMU.

El que fuera jefe del Servicio de Neurofisiología del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza y, especialmente prolífico escritor de asuntos gastronómicos, Francisco Abad Alegría, falleció el pasado viernes. Navarro afincado en Zaragoza, publicó una veintena de libros entre los que también se encontraban los propios de su oficio, ensayos, relatos e incluso poesía; además de cientos de artículos en diversas publicaciones especializadas.

Habitual colaborador de Gastro Aragón, exmiembro de la Academia Aragonesa de Gastronomía –donde leyó su discurso acerca del pimentón y el azafrán– hizo de la indagación culinaria y gastronómica su pasión, además de elaborar con sus manos muchas de las recetas sobre las que investigaba. Su mordaz ponencia en Gastromanía, el año pasado, ‘De la cerdosa aventura que le aconteció a la cocina clásica española’, en la que afirmó que «La cocina tradicional española ha muerto o está en fase agónica» y la presentación el pasado mes de noviembre de su último libro, Menús del siglo XX en España, cierre de una trilogía sobre la cocina española del pasado siglo fueron sus últimas apariciones públicas.

Leyendo su ponencia sobre la cocina tradicional en Gastromanía, el año pasado, con su característica pajarita. Foto: Almozara.

Aunque no se prodigaba en exceso, a pesar de su reciente jubilación. Escéptico ante el devenir de los tiempos y la poderosa aculturización gastronómica que nos invade, prefería bucear entre sus libros, archivos y bibliotecas, para poner algo de luz en la literatura especializada, rompiendo mitos y luchando contra el pensamiento uniforme que se nos impone poco a poco.

Nos queda su obra, que seguiremos releyendo, pero perdemos en Aragón un referente al que todavía le quedaba mucho por ofrecer, tanto por escrito, como asesorando a quien le pedía consejo. Esperemos que, al menos, su obra póstuma, En la mesa de Muley Hasán, Cocina andalusí para el siglo XXI, donde analizaba con su habitual rigor la cocina definida como andalusí-magrebí a través de un recetario basado en textos de los siglos XII a XIV, pueda ver la luz.

La gastronomía aragonesa, o gran parte de ella, ya te añora.

 

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