Lanza un vino con esta uva, que únicamente se cultiva Muniesa
GA.
Tras varios años de intenso trabajo, Bodegas Tempore ha lanzado su vino Derechero de Muniesa, que recupera esta variedad única en el mundo, que apenas se cultiva en la localidad turolense de Muniesa, muy cerca de la bodega de Lécera.
A principios de este siglo, el Centro de Transferencia Agroalimentaria de Aragón, de la mano de Ernesto Franco, comenzó a recuperar variedades minoritarias aragonesas, como la parraleta o la vidadillo –que ya cuentan con sus vinos– y la que nos ocupa, la derechero de Muniesa. Gracias a Félix Yus, que la seguía cultivando, comenzaron a vinificar de forma experimental, «pues entendimos que trabajar con estas variedades tendría sentido». Actualmente se disponen de cuatro clones de esta variedad, denominada así porque sus sarmientos crecen ‘derechos’ hacia el cielo.
La familia Yago, que siempre ha apostado por las variedades autóctonas, sabía de la existencia de estas uvas que se cultivan a apenas 20 kilómetros de su bodega, pero a mucha mayor altitud, unos 800 metros. Y decidió, a partir del viñedo de Yus, apenas una hectárea y media, elaborar este singular vino. Tras varios intentos, vinificaron la cosecha de 2021 –tardía como todas, en la segunda quincena de octubre–, de la que ha salido este singular vino, con una tirada de tan sólo 3500 botellas.
Como señala Paula Yago: «La viña y el vino requieren de mucho tiempo, de paciencia y de saber esperar. Nosotros somos viticultores y bodegueros, sabemos que el vino se hace en la viña y se finaliza en la bodega. El tiempo es esencial en este tipo de iniciativas, y la templanza y la paciencia, también».
Está pensado como un vino de referencia para consumidores que demandan «vinos originales y con personalidad», pues el éxito de la recuperación de estas variedades «perdidas» es su diferencia y diversidad. El resultado es un vino de brillante color, con una alta intensidad aromática y suave entrada en el paladar. Un vino diferente que, como subrayó de forma divertida su enólogo, José María Lafuente «asciende derecho por la boca hasta llenar todo el paladar», haciendo honor a su nombre.