Viñas del Vero, bodega de la Familia de Vino de González Byass, aborda el reto del almacenamiento y generación energética avanzada con la puesta en marcha de dos tecnologías basadas en hidrógeno, pilas de combustible y baterías estacionarias.
Viñas del Vero optimiza el autoconsumo renovable gestionando el excedente fotovoltaico. Lo ha conseguido con la implementación de dos tecnologías que dan circularidad a las energías renovables y permiten un control de excedentes. Este desarrollo representa un nuevo paso en la apuesta por la sostenibilidad de esta bodega de la D.O. Somontano, localizada en Barbastro (Huesca).
A sus campos fotovoltaicos activos desde hace años, se une la tecnología de baterías estacionarias de química LMO (litio manganeso óxido) aportando una segunda vida a baterías del sector automovilístico en un claro ejemplo de circularidad. Esta tecnología de control permite cargar las baterías en momentos de excedentes y descargarla en momentos punta. Para ello ha contado con el conocimiento de la empresa zaragozana INTERGIA.
La segunda tecnología, denominada SOFC (pila de combustible de óxido sólido), transformará el hidrógeno verde con el que ya cuenta la bodega, fruto de anteriores proyectos europeos, en energía eléctrica en los momentos de mayor demanda en el seno de dicha pila de combustible. En este caso, Viñas del Vero actuará como empresa validadora de dicha tecnología en el marco de un proyecto de I+D del programa Misiones Ciencia e Innovación del CDTI y bajo la tutela de la empresa barbastrense GREENGROUPING. Esta convocatoria se encuentra incluida entre las actuaciones previstas en el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia, recibiendo financiación de los fondos “Next Generation EU”.
Con la puesta en marcha de estas tecnologías en Viñas del Vero, González Byass camina hacia la solución de algunos de los grandes retos energéticos de la actualidad, como son el almacenamiento de excedentes, el incremento del autoconsumo y el hidrógeno como vector energético, para lograr que el mundo vitivinícola se descarbonice, sea más competitivo e incluya actores técnicos locales, en resumen, siendo lógicamente sostenibles.
La sostenibilidad en Viñas del Vero
Desde su fundación y siguiendo las líneas maestras del plan sostenible de González Byass, “5+5 Cuidando el Planeta”, esta bodega aplica, de manera sistemática y programada, acciones que previenen la contaminación, minimizan el impacto ambiental, desarrollan nuevas tecnologías sostenibles y mejoran el entorno a favor de la prevención de los valores medioambientales.
Entre los proyectos más destacados se encuentra el referente a la generación de hidrógeno verde, una apuesta que ha convertido a esta bodega de la D.O. Somontano en una de las pocas localizaciones de España que ofrece carga de esta energía en vehículos, junto a la carga eléctrica renovable. Viñas del Vero genera de forma innovadora y sostenible el hidrógeno (gas) a partir de la técnica de hidrólisis de agua accionada por el excedente generado por la energía renovable. El hidrógeno obtenido permite propulsar un vehículo empleado para labores agrícolas, así como evitar emitir 156 gr de CO2 por cada 100 km recorridos.
A esta acción se une la instalación de paneles fotovoltaicos que permiten la generación del 35% de la cantidad de la energía eléctrica consumida, así como las que han propiciado la disminución del consumo de agua (huella hídrica). Y es que, gracias a la puesta en marcha de
estas medidas, Viñas del Vero es una “bodega seca” que depura y reutiliza el agua de bodega en el riego. Esta apuesta también se refleja en “Vidas”, la iniciativa medioambiental con la que Viñas del Vero apoya proyectos centrados en la protección de la biodiversidad. Y en medidas de reciclado y valorización de residuos.
La materialización de esta filosofía, reconocida con premios de carácter sostenible, como el Félix de Azara y el “i + Emprendedor Sostenible de Expansión”, ha llevado a Viñas del Vero a ser la primera bodega de Aragón en lograr la certificación “Wineries for Climate Protection”. Todo para garantizar un equilibrio sostenible desde la viticultura hasta el consumidor final, con el objetivo de generar una actividad que aporte beneficios al entorno de manera local y global.