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Vender marcas

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Dice el presidente de los empresarios hosteleros y turísticos de Aragón, Fernando Martín, que «necesitamos un nuevo modelo de marca Aragón más atractivo y más adecuado al nuevo perfil de turista que ha surgido de la pandemia». Probablemente tenga razón, pero de nada sirve una marca, nueva o vieja, si no se da a conocer.

Vayan dos casos recientes. En una amplia mesa redonda, donde congregaron en Vitoria a una veintena de periodistas y comunicadores gastronómicos, incluido algún conocido cocinero, como Juanjo López, de la madrileña La Tasquita de Enfrente, el consenso era prácticamente unánime: la trufa española es soriana. Por más que el firmante aportó datos de producción, superficie, etc., de nuestra comunidad –la primera productora del mundo, como al parecer solo sabemos aquí– no cambió la opinión mayoritaria de quienes luego lo trasmiten a los consumidores. Por supuesto, entre los restaurantes a los que acudían los expertos para disfrutar de la trufa, pocos, muy pocos, eran aragoneses.

Estamos celebrando el Certamen de Restaurantes, ya en su vigesimocuarta edición. Una propuesta radicalmente diferente a lo que se hace en otros lugares de España, al reunir a más de treinta establecimientos que ofrecen su mejor menú a precio cerrado. Y con profusión de alimentos del propio territorio, muchos de ellos integrados en figuras de calidad diferenciada. ¿Lo han visto en alguna televisión nacional? ¿Lo han leído en algún periódico de los que se editan en Madrid? Si no sales, no existes.

Cualquier profesional medianamente informado se sorprende al conocer detalladamente la actividad gastronómica que genera esta comunidad. Jornadas, ferias populares y comerciales, eventos enológicos, concursos, etc. No lo saben, no se han enterado, por lo que sea.

Bienvenidas sean las marcas, pero si no las posicionamos, los esfuerzos son inútiles. Y aún escribiré más: prefiero una mala marca, bien difundida, que otra genial que no conozca nadie. Darnos a conocer sigue siendo nuestra asignatura pendiente, porque cosas que contar tenemos en abundancia.

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