El sector  solicita que estos avances estén apoyados por las administraciones, mediante el incremento de los presupuestos de promoción de la gastronomía y el turismo

02-19 foto firma convenio hostelería

Empresarios y sindicatos pactan nuevos avances para la mejora del sector destinados. Foto: Almozara.

La hostelería subraya la necesidad de impulsar definitivamente la formación del sector, que debe materializarse con la Nueva Escuela Superior de Hostelería de Zaragoza

 

Empresarios y sindicatos del sector de la hostelería en Zaragoza y provincia han firmado hoy un nuevo acuerdo para fijar y asentar las condiciones que regirán al sector en el marco del Convenio Colectivo 2023-25. Este nuevo acuerdo completa la base del preacuerdo al que Horeca y los sindicatos llegaron el pasado 9 de octubre en el SAMA en el que se establecieron las condiciones salariales en los que se basará el sector. En este documento se pactó un incremento del 13 % en tres años, con un aumento del 5% en 2023 y del 4 % para este año 2024 y también para el próximo año 2025. Además, en el acuerdo del pasado año se añadió una nueva fórmula de revisión salarial que comenzará a aplicarse en 2026 y por el que se tendrán en cuenta los registros en materia de pernoctaciones, viajeros y número de establecimientos, para incrementar las percepciones salariales y extrasalariales en un 0,50 % por cada ítem que se cumpla.

En este primer avance, que se visualizó con la firma del acuerdo del 9 de octubre por el que los sindicatos pusieron fin a las movilizaciones anunciadas para las Fiestas del Pilar, se pactó también el plus de festivos (sin incluir domingos) con 25 euros a partir del 1 de enero de 2024. Además, se introdujeron las bases para comenzar a negociar las nuevas condiciones para avanzar en la carrera profesional para los trabajadores del sector.

Gracias a estos avances de finales del año pasado, sindicatos y empresarios han alcanzado en estos primeros días del año 2024, un nuevo acuerdo dando muestras del ejemplo de sintonía y paz social que caracteriza al sector. Las nuevas medidas acordadas son una clara apuesta por la profesionalización de la hostelería y por la necesidad de atraer y fidelizar el talento. De esta manera, se trata de acciones destinadas a mejorar la formación, la carrera profesional, la calidad en el servicio, la flexibilidad y la conciliación.

Con cifras, el empleo en el sector hostelero se ha duplicado en los últimos 20 años, de los 800.000 que había en el año 2000 a los 1,7 millones que se alcanzaron en 2019. A este incremento se suma el descenso en el número de jóvenes que se incorporan al mercado laboral que es más de un tercio inferior a la registrada a principios de este siglo. Este dividendo viene a agravar la situación del sector que padece una falta de trabajadores que ya se ha convertido en un problema estructural. Todo esto se intensifica por la confluencia de otros factores como la falta de formación específica, que es el principal inconveniente que tienen los hosteleros a la hora de encontrar trabajadores (60,6%), seguido de las dificultades en adaptarse a los horarios, en más de la mitad de los casos. La falta de profesionalidad o el desinterés, está incluida en otros motivos destacados, según datos que maneja la asociación Hostelería de España. A ello hay que añadir el grave problema del absentismo que está mermando en gran medida la productividad del sector, por lo que es un factor que hay que “corregir” tras dispararse después de la pandemia.

Con este panorama, sindicatos y empresarios se han propuesto un “cambio de mentalidad” en empleados y empleadores para apostar por la flexibilidad y poder dar una respuesta a las necesidades del sector, al mismo tiempo que se consigue un empleo atractivo y que permita la conciliación, adaptándose a las necesidades de las diferentes categorías y perfiles profesionales. Es necesario tener en cuenta que el porcentaje de mujeres profesionales en el sector de hostelería es más de la mitad del total con tendencia creciente. Además, el sector hostelero tiene hoy un porcentaje superior a la media de la economía de 6 puntos porcentuales de contratación indefinida y el 92% de los contratados en régimen general disponen de un contrato indefinido. Asimismo, la modalidad de contratación fija discontinua supone un 25% de los contratos, porcentaje superior a la media de la contratación de otros sectores, siendo una modalidad que da respuesta a las necesidades de estacionalidad del sector.

Por otro lado, también con el objetivo de mejorar la profesionalización del sector, se ha dado un gran paso en el reconocimiento de la experiencia y en la mejora de la carrera profesional. De esta manera, a partir de la firma de este nuevo pacto, los ayudantes de camarero y cocinero que tengan cinco años de experiencia en la misma empresa de restauración obtendrán, de forma automática, el reconocimiento de camarero y cocinero, respectivamente. Es decir, el trabajador asciende a un puesto superior en las categorías profesionales.

También empresarios y sindicatos coinciden en señalar que no se encontrará una solución a la escasez de mano de obra ni a la fidelización del talento sin solucionar el problema de formación que afecta a nuestra comunidad autónoma, lo que penaliza cada vez más y en mayor nivel al turismo de Aragón, frente a otras comunidades que van avanzando en este sentido. Es una reivindicación ya histórica que Zaragoza cuente con una Escuela de Hostelería de primer nivel y de calidad, con instalaciones y una oferta formativa, desde puestos básicos a postgrados, pasando por la FP dual, adaptada a las necesidades de la Comunidad.

Por lo tanto, el sector en su conjunto solicita que estos avances pactados en el marco de la negociación colectiva estén apoyados por las administraciones, mediante el incremento de los presupuestos de promoción de la gastronomía y el turismo, la lucha contra la competencia desleal, tanto en la oferta alojativa como en la de restauración (establecimientos no permanentes), y el impulso a la formación del sector, que debe materializarse con la nueva Escuela Superior de Hostelería de Zaragoza un proyecto estratégico para la hostelería y el turismo de la provincia de Zaragoza y el conjunto de Aragón.

La hostelería en Aragón

El sector hostelero en Aragón cuenta en 2022 con 8564 establecimientos, de los cuales cerca del 85% pertenece a la rama de restauración, donde están empleados 29 mil trabajadores según datos de la EPA, que en el conjunto de la hostelería según datos de afiliación a la Seguridad Social supera los 39 mil trabajadores. El sector factura 3.009 millones de euros, que representan el 4,8% de la riqueza de la región.

En 2022 se recuperaron parte de los datos de 2019, que suponían cerca de 8.800 establecimientos, con más de 39.600 trabajadores en el subsector de restauración y una facturación de 3.206 millones de euros (5,4% del PIB). El número de establecimientos ha aumentado respecto al año anterior en las dos ramas hosteleras, de forma más acusada en el alojamiento, un 8% frente a un 0,9% en restauración. De todos ellos, todavía no se recuperaron los datos de restaurantes, bares y campings, que presentan descenso respecto a 2020 de un 3,2%, 4,6% y 3,9%, respectivamente. En el balance de los últimos diez años los bares son los únicos con evolución negativa de -8,7% con relación a 2012.

En el análisis por provincias, en todas ellas ha aumentado el censo respecto al año anterior excepto en Huesca que prácticamente se mantiene igual. No obstante, respecto a 2020 sólo aumentan los locales de alojamiento de Huesca y Zaragoza, con descensos en el resto. Comparando con doce años atrás, se superan de forma destacada en todas las provincias los alojamientos, mientras que en restauración suponen descenso.

La producción del conjunto del sector hostelero aumentó un 26,6% respecto al año anterior, y supone un 6,2% menos que en 2019. El empleo hostelero según la afiliación a la Seguridad Social supone un incremento de un 11,7% respecto a 2021 y un 1,2% menos que en 2019. Atendiendo sólo a las actividades de restauración (datos EPA), supone un alza de un 16,3% con relación a 2021, y un 6,7% menos que en 2019.