Tras Fitur y Madrid Fusión debe comenzar
la auténtica promoción gastronómica
JMMU
Los aragoneses ‒que no el resto de país‒ llevamos una larga semana leyendo, escuchando y viendo el enorme valor de nuestra gastronomía. Son los mensajes, para uso interno, que nos han llegado desde Fitur y Madrid Fusión. Y si bien está que nos vayamos creyendo el valor de lo nuestro, lo importante, lo decisivo, es convencer a los de fuera que vengan aquí atraídos por nuestra gastronomía.
Y ahí estamos todavía muy verdes, en dura competencia con otras comunidades que han sabido vender sus peculiaridades desde hace mucho y con poderosa eficacia. Por mucho que ambos eventos sean importantes, y hay que apostar con ellos con poderío, en algunos momentos parecía una extensión del paseo de la Independencia, con profesionales de aquí mostrando lo que son capaces de hacer ‒y muy bien‒ a las gentes de aquí. Basta fijarse en las fotos que se han publicado.
Sin embargo, hay cierto atisbo para la esperanza. No es baladí que la ganadora del Campeonato Oficial Hostelería de España – Tapas y Pinchos sea oscense. Iris Jordán, propietaria y jefa de cocina del restaurante Ansils, en Anciles, valle de Benasque, se llevó el premio gracias a su Bombón de escabeche de paloma, con otro aragonés, David Fernández Piracés, del ejeano restaurante Gratal, como finalista. Porque, además de gritar su reivindicación habitual. «¡Vivan los pueblos!», mostró en su tapa cómo combinar la tradición culinaria del valle, con los guisos de ave o la flora silvestre, con las más modernas técnicas.
Sin olvidar que es la segunda mujer, y aragonesa, en ganar este campeonato, sumándose a Susana Casanova, de la zaragozana La Clandestina, que lo obtuvo el año pasado.
Bartender revelación
Por si fuera poco, Borja Insa, responsable del emocionante proyecto Moonlight ‒junto con Kase.O y el cocinero de Gente Rara, Cristian Palacio‒ ha sido designado, también en Madrid Fusión, Bartender revelación del año. Un premio que se suma a los que ha ido obteniendo en los últimos meses, que pondrá al establecimiento de la zaragozana calle Santiago en el mapa mundial.
Finalmente, la mesa sensorial creada por Itainnova y auspiciada por el Centro de Innovación Gastronómica de Aragón ha logrado saltar fronteras y acaparar titulares en medios, nacionales, como debe ser. Un proyecto para avanzar en el conocimiento de las sensaciones de los comensales, en línea con las últimas tendencias de investigación en gastronomía.
No es baladí, repetimos. Pero ahora, con todavía más coordinación, es cuando debe comenzar el proceso de promoción ‒y reorganización‒ de nuestra gastronomía que, por supuesto, debe incluir a los alimentos y sus productores.