Nuestro editor ha perdido la exclusiva de su apellido/apodo. Llegó Sumar y con ellos, aunque ya llevaba tiempo, Ernest Urtasun, flamante nuevo ministro de Cultura. Y no, no son familia, ni siquiera lejana, por más que ambos tengan orígenes en Navarra, de donde procede el apellido. Por aquí ya sabíamos de aquellos hermanos, Alex y Txemi, que jugaban al baloncesto. Ni siquiera son primos lejanos, como le sucede con José y José Ramón Urtasun –lo ya le gustaría al director–, propietarios de una de las bodegas más reconocidas de España, Remírez de Ganuza, en plena Rioja alavesa.

Donde sí estuvo Urtasun, el nuestro, fue en la multitudinaria presentación del libro Con mucho gusto, para participar en dialogo con el autor, Adolfo Cajal, desde el escenario de un abarrotado salón de actos de la Diputación provincial de Huesca. Ante tan notable concurrencia, inusual en la presentación de un libro, no es de extrañar que el volumen haya encabezado la lista de más vendidos en Aragón.
Lo cierto es que Adolfo –no confundir con Alfredo, también Cajal, amigo suyo, pero del PAR, como les ha pasado a otros–, muy conocido por su actividad profesional, social y difusora en medios de comunicación oscenses, logró que hasta el expresidente de Aragón, Marcelino Iglesias –que se confesó cocinero dominguero, de los que dejan la cocina hecha un cristo– acudiera al evento, junto con otros destacados socialistas oscenses. Aunque el libro ha sido editado por el Instituto de Estudios Altoaragoneses, dependiente de la corporación, no se vio a ninguno de sus actuales dirigentes en la sala. Será que no les gusta cocinar…

Y es que no mucho juego le están dando nuestros nuevos políticos a este tapao, pues parecen todavía aterrizando en sus puestos. De hecho, y en contra de lo habitual, ninguno de ellos acudió a la presentación del Concurso de tapas de Zaragoza y provincia, donde los técnicos de turismo de la DGA y del Ayuntamiento de Zaragoza –este tapao no vio a nadie de la Diputación provincial de Zaragoza– sustituyeron a los electos o designados. Eso sí, el acto fue de los más ágiles y rápidos que se recuerdan, con su correspondiente degustación de tapas. No obstante, en la cena de entrega de los premios sí se vio a la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, acompañada por el consejero Manuel Blasco, que no pierde ocasión en insistir en la importancia de la gastronomía y su promoción.
Como su colega, de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Ángel Samper, que no para de repetir la importancia de introducir los conceptos de la agroalimentación en la escuela. De momento nos quedamos con que «ferias locales, grandes ferias, pequeños productores ecológicos, de km 0 y la mediana empresa agroalimentaria, son apuestas de la dirección general de Innovación y Promoción Agroalimentaria», según decía el titular de una nota de prensa emitida por el Gobierno de Aragón, frases que, por cierto, no aparecen en dicha nota. Se supone que es el resumen de lo que dijo el director general Juan José Orriés en su comparecencia ante las Cortes de Aragón.
Por lo menos, mientras se asientan, van conociendo los alimentos de Aragón. Samper aprovechó la celebración del partido entre el Real Zaragoza y la Sociedad Deportiva Huesca para regalar un lote de productos al presidente Jorge Azcón y las alcaldesas de Zaragoza, Natalia Chueca, y de Huesca, Lorena Orduna, además del presidente de la diputación oscense, Isaac Claver. Esperemos que hicieran un envío a Teruel, para que no sufran de envidia.
Nuestro presidente parece muy centrado en la política nacional. Tanto que cuando alude a nuestras cosas se le escapa algún gazapo. Pues en Aragón sí se puede fumar en las terrazas, en contra de lo que se escuchó en televisión; al menos, mientras no se cambie la normativa desde el Gobierno que preside.
Volviendo a lo impreso, a este tapao le gustaría entender que, si se publica un libro, es para que sea leído por el mayor número posible de personas, incluyendo aquí a la tan manida inteligencia oficial. Pero no siempre es el caso, especialmente si hay fondos europeos que exijan la justificación de gastos de difusión y comunicación. Así que serán muy pocos los que puedan disfrutar del magnífico volumen Legumbres de Montaña. Su recuperación a través de un viaje apasionante, editado por Gardeniers, dentro del PDR Programa de Recuperación de Productos Tradicionales Ligados al Territorio. Esperemos que, al menos, tengan el detalle de colgarlo, en pdf, en su página web, para que los aficionados y profesionales puedan conocer las magníficas recetas que nos ofrecen, entre otros, cocineros aragoneses de la talla de Diego Herrero, Vidocq; Noelia Andía, Aragonia Palafox; Kike Nicolau, La Fábrica de Sola; o Iris Jordán, Ansils.

Si no sabes de cava, no escribas, que despistas al personal. Así de sencillo. Ni la wikipedia acierta, ni tampoco una simpática página web zaragozana, empeñada en que gocemos de Zaragoza.
Claro que si los propios profesionales meten la pata –«El siempre esperado concurso reúne a productores de la DO Cava de todo el planeta»–, dice la exagerada nota de prensa enviada por el gabinete de comunicación de un elaborador cavista de nuestra comunidad. Como si escribiera que de todo el universo, pues la DO Cava se limita al ámbito español; no se produce cava fuera de aquí, salvo trampas o si los estadounidenses, que son muy suyos y no tiene problemas para copiar los alimentos y bebidas europeos.
Quizá por ello la portada de este ejemplar –y del resto de la tirada, obviamente–, se centre en el cava, al que en ningún momento califican de «preciado néctar», como hace la mentada agencia.
En cualquier caso lo de la comunicación está cada vez peor. Las agendas de nuevo cuño inundan de repetitivos correos las bandejas de entrada de los periodistas y de mucha gente más –eso me cuentan algunos–, como si estos se evaporaran al cabo de las horas. Y a alguno de los pocos buenos que quedaban en las instituciones públicas lo despiden.

¡Como nos gusta que hablen bien de nuestros amigos! Especialmente cuando es verdad, como este texto que escribió Noelia Gómez en El Español. Aunque no nos creamos mucho su afirmación de que «Zaragoza es una de las ciudades de referencia para comer bien en España», sí compartimos la valoración que hace del restaurante La Senda.
Escribe nuestro admirado Carlos G. Cano, por cierto con relación con nuestra tierra –orígenes en Graus–, en eso que llámalo X: «31 restaurantes han conseguido su primera estrella Michelin este año. En la foto solo hay 3 mujeres y una es la presentadora». Pues sí, es lo que hay.
Al menos en Aragón, de los ocho profesionales de la cocina estrellados, dos son mujeres, con lo que parece que superamos la media. Una es María José Meda, en El Batán, Tramacastilla de Albarracín, y la otra Marisa Barberán, en la zaragozana La Prensa.
Por cierto, no deja de ser ajeno a la tradición de la Guía Michelin –sin acento, que es marca francesa; según el DRAE, michelín,con acento es «flotador, rollo, molla, grasa, llanta, lorza»– el logrado acceso a la estrella del Canfranc Estación, con Eduardo Salanova al frente de los fogones, del que nos alegramos enormemente. Será más bien un traslado de la que ya obtuvo en Espacio N, de momento cerrado.
Por lo que no pudo ser galardonado, tal como se anunció a principios del verano, con el premio al Mejor restaurante que otorga la Academia Aragonesa de Gastronomía. Eso que se ha llevado La Era de los Nogales, de nuestro querido Toño Rodríguez, que sigue compitiendo, aunque ya no solo personalmente, sino a través de su equipo, en cualquier concurso o campeonato que se le ponga a tiro. ¡Ánimo y a vencer, que se lo merece!

Hay quien se ha sorprendido por las palabras de Ferran Adrià en la pasada edición The Best Chef Awards, celebrada en Yucatán, México. Probablemente quienes apenas conocían la obra del cocinero. Dejamos un par de perlas para despedir el año. «Habéis hablado mucho de la tradición y poco de la historia. Es mucho más importante conocer la historia que la tradición, porque está última cambia constantemente y la primera, si no se manipula, no muta. Es algo que generalmente, en el mundo de la gastronomía, se conoce y se habla de ella muy poco».
«Hay que apostar por abrir restaurantes de cocina tradicional. Sois iconos y probablemente muchos chicos y chicas os seguirán y querrán tener un espacio así«, concluyó refiriéndose directamente al papel de celebrity que rodea a la figura del chef en los últimos años y que, por otra parte, considera que no es algo nuevo.»
Reflexionen si quieren, pero sean felices.