La que ha liado Ségolène Royal, exministra de Medio Ambiente francesa, además de excandidata socialista a la presidencia de la República en 2007: «¿Han probado los tomates bio españoles? No se pueden comer», dijo.
Hasta los propios franceses, nada carentes de chauvinismo, han admitido que nuestros tomates ecológicos cumplen las normas. «Agence BIO, el organismo público francés encargado del desarrollo y la promoción de los productos ecológicos, aclaró a EFE que un producto agrícola o transformado tiene el sello bio si cumple escrupulosamente las reglas establecidas por las normas europeas para el sector, a preguntas sobre la polémica por los tomates españoles.
El ministro Planas respondió con una cata de tomates ecológicos españoles. Eso sí, en pleno mes de febrero. Serán de variedades extrañas, híbridos o de invernadero, porque para disfrutar de los de verdad, como los que nos obsequian cada verano los productores de la Muestra Agroecológica de Zaragoza hay que esperar todavía unos cuantos meses.
Algo pasa en el sector hostelero cuando no se prolongan las concesiones o no se consigue quien las lleve. Que sepamos, está disponible el bar de la Once, también ha cerrado el del Museo diocesano, Alma Mater, y los alojados en el Colegio Mayor Cerbuna deben buscarse la vida la vida para alimentarse desde principios de este mes.
Si uno quiere enterarse, con una mínima antelación, de las numerosas actividades previstas en el mercado de San Vicente de Paúl, debe armarse de paciencia. Su facebook oficial se fue de vacaciones el pasado mes de agosto y en ellas debe seguir, porque no hay nuevas publicaciones, aunque sí han comenzado a aparecer en instagram.
Al menos, desde Pon Aragón en tu mesa y la Asociación de Productores de la Muestra Agroecológica de Zaragoza van avanzando la programación de los miércoles, en la medida de lo posible, pero parece imposible programarse con una cierta anticipación.
Con motivo de la celebración del Día internacional del croissant, el pasado 30 de enero, la revista Elle ha buscado los Los mejores croissants de España. Quizá por su procedencia francesa, han seleccionado a Le Petit Croissant, de quien escribe: «Este coqueto café trae un pedacito de París a sus mesas cada día con sus croissants artesanos. Aunque empezó con un pequeño quiosco con ganas de hacer las cosas bien y a día de hoy sus croissants, y toda su bollería, le han llevado a abrir dos locales más en la capital aragonesa. Hay quien hace una parada en los viajes Madrid-Barcelona para probarlos».
Una vez más, olvidos notables como, por ejemplo, LaPaca, en Huesca, del multipremiado pastelero Raúl Bernal. Se disculpa por la brevedad del reportaje, pero…
Por cierto, el origen de tan sabrosa pieza no es francés, sino austriaco. Nació como recompensa a los panaderos de Viena, durante el asedio a la ciudad por parte de los turcos en el siglo XVII, por avisar de los movimientos nocturnos de las fuerzas asaltantes. Tras el reconocimiento del Emperador crearon el kipferl o hörnchen –media luna en austriaco y alemán–, que simbolizaba comerse la bandera del ejército turco, la media luna.
Cinco establecimientos recomienda la Guía Peñín en la provincia de Zaragoza, Bares donde beber buen vino. Discutible selección, probablemente por falta de conocimiento de la capital y su provincia. Acertados, por supuesto, Amontillado Winebar y Vino Premier; también se reconoce la trayectoria de La Rebotica, en Cariñena, y el esfuerzo de Novodabo por actualizar y diferenciar su bodega. Ma sincpmprensible pareje seleccionar el restaurante Maite, mientras se omiten dos referencias de la ciudad, Palomeque y Absinthium, por ejemplo.
Peor es lo de Huesca, donde tan solo citan al pub L’Abrevadero, de Aínsa. ¿¿¿??? Teruel, para variar, no existe.
En fin, es lo que pasa cuando nos describen desde la distancia, a golpe de ratón y no de calcetín.
¿Parecidos razonables?