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Las cigalas de huerta vuelven al Tubo

Reabre Casa Pascualillo de la mano de David Baldrich, de La Senda

Reabre Casa Pascualillo de la mano de David Baldrich, de La Senda. Foto: Gabi Orte Chilindrón.

 

 

JMMU

Los aficionados al tapeo clásico están de enhorabuena. Las cigalas de huerta ‒esos ajetes fritos‒ vuelven al Tubo y lo hacen donde se popularizaron, Casa Pascualillo by La Senda, que es su nuevo nombre. El cocinero Davis Baldrich asume la dirección de este proyecto, que irá recuperando muchas de las tapas y raciones que popularizaran Teresa Blasco y Guillermo Vela, ya jubilados.

Pero siempre estarán ahí, ya que además de contar con su colaboración para el nuevo proyecto, un retrato de Gabi Orte Chilindrón les rinde homenaje en la entrada de este emblemático local.

Baldrich, con Quino Camín como jefe de cocina, ha optado por ofrecer una amplia selección de tapas y raciones clásicas, algunas de ellas actualizadas. Así, vuelven las cigalas de huerta, las clásicas y otras con salsa de pimientos de Bureta, los torreznos, el huevo relleno de atún, las croquetas, las empanadillas y una empanada argentina. También dos gildas, la tradicional y la de boquerón, y dos salmueras, la habitual y otra acompañada de mantequilla a la brasa, además del imprescindible boquerón, el pimiento relleno de merluza y gamba, un montadito de longaniza batida y otro de papada, pimiento, tomate seco y ajo. Introduce Baldrich la singular ensaladilla rusa García, de David García, «que hemos fusilado, porque es la mejor del mundo» y la compartió en redes sociales.

Entre las raciones, vuelve el estofado de toro, el cazón adobado, los callos, el ajoarriero o los caracoles a la aragonesa, a las que se irán sumando otros clásicos de la casa. Que convivirán con el conspicuo huevo Senda ‒ huevo a baja temperatura con salsa de cebolla y miel, jamón, hongos y ceniza de patata‒, una creación que acompaña a Baldrich desde que abriera su primer restaurante en el barrio de Torrero, ya un icono de su cocina. Junto al huevo, se irán turnando diferentes tapas y raciones basadas en platos históricos de La Senda, como el canelón con salsa de coco y kimchi.

De momento solo está abierta la planta calle, que dispone de la tradicional barra, mesas y barriles. Pero pronto irá incorporando novedades, entre la que destaca el plato del día, una oferta en la que no habrá límites culinarios y que tanto podrá consistir en una lasaña mediterránea, unas sabrosas legumbres o un plato noruego.

En breve también se abrirá el comedor de la primera planta, donde se podrá disfrutar de la carta del Pascualillo y del previsto menú de fin de semana. El sótano se ha adaptado para albergar fiestas y eventos privados, con servicio de camarero y comida.

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