El nuevo restaurante actualiza la tradición, aliado con Croquetarte

Uno de los arroces de las jornadas. Foto: Cristina Martínez Almozara.

 

Son muchos los restaurantes que se abren en Zaragoza, pero pocos los que ofrecen una personalidad propia, alejados de efímeras modas. Afortunadamente, Casa Darío ‒Francisco Vitoria, 26. 50008 Zaragoza. 876 053 977‒ es una de esas felices excepciones.

Con el apoyo de Croquetarte, que dispone de un córner donde se pueden disfrutar sus croquetas, Carlos Corbacho, cocinero de larga trayectoria, se encuentra al frente de los fogones, con Ivan Tabernero, también profesional con mucha experiencia, dirigiendo la sala.

En un espacio no muy grande, pero cómodo, al que pronto se sumará la terraza, ofrecen una cocina basada en la tradición, de la que beben y conocen tanto Carlos, como Iván, y en la oferta del mejor producto. Tres platos de borrajas, Tortilla de bacalao y Caldereta de rape son algunos de sus entrantes. Como pescados, Merluza de pincho o Lomo de bacalao desalado, y entre las carnes no falta el ternasco, los chuletones o el Steak tartar bien servido. Tampoco se olvidan de la cocina vegana, con una decena de propuestas. La carta de vinos, en construcción, resulta suficientemente amplia y variada.

Pero quizá su punto diferencial sean los arroces, secos y caldosos, además de la fideuá. Precisamente por ello, acaban de inaugurar unas jornadas, ‘Tradición, Calidad… Arroz’, en colaboración con Bodegas Tempore, que aporta los vinos, los ecológicos Terrae de garnacha blanca y tinta.

Las jornadas, que se prolongarán hasta el final del verano, suponen toda una declaración de intenciones, además de la presentación del restaurante. Entre semana, de martes a jueves por 40 euros, bebida incluida, la propuesta consiste en Croqueta de risotto y hongos a modo de aperitivo; Ensalada de tomate rosa, cebolla encurtida y ventresca de atún y Tortilla tradicional vasca de bacalao, para compartir; después un entrante individual de alcachofa confitada, salsa de trufa y foie. Y un arroz a elegir entre el Soutomaior ‒zamburiñas, mejillón y chipirón‒, el Meloso de jarrete de Ternasco de Aragón IGP o el arroz del día, que va variando según la oferta del mercado. De postre, hay para escoger Torrija de pueblo con helado de vainilla, Arroz con leche tradicional con limón caramelizado y Tarta de queso gallego al estilo de la abuela Camila.

De viernes a domingo, por 50 euros, se suman dos arroces más, de bogavante y de chuletón, que pueden ser melosos o secos.