Vinos singulares, sin olvidar la comida
Chelis con su plato de patatas bravas. Foto: Gabi Orte Chilindrón.
«Queremos dar visibilidad a esos vinos que normalmente solo se encuentran en restaurantes de alto nivel, donde hay que pedir menús degustación a partir de 80 euros». Toda una declaración de intenciones por parte del DJ Chelis, José Luis Navarro, propietario e ideólogo de Gozar, singular bar de vinos, que cumplirá un año el próximo mes de junio. Un conocido DJ, siempre interesado por los grandes vinos, que ha convertido su pasión en su nuevo oficio, «donde aprendo cada día».
Con sesenta referencias diferentes –tintos, blancos, rosados, generosos, espumosos y dulces‒, aragoneses, nacionales e internacionales, ofrece además una veintena de vinos de alta gama que se pueden pedir por copas, y también un amplio botellero de espirituosos de referencias curiosas. Cuidan también el agua, con un sistema de filtrado «para poner nuestro granito de arena para intentar reducir el uso de plásticos y vidrios», explica Chelis Navarro.
No obstante, el equipo de la casa ‒que se completa con Alfonso Mimbela y Ana Isabel Lapieza, con el asesoramiento externo y el apoyo de Arturo Tolosana‒ concede la misma importancia a la comida que a la bebida. Con productos locales de primera gama y elaboraciones sencillas, pero diferentes y bien diseñadas. En apenas ocho meses, algunas propuestas son ya imprescindibles. Como la Anchoa del Cantábrico, muy diferente de la que se encuentra en otros lugares, de firme textura y poderoso sabor a mar. O las Croquetas de la madre de Chelis y los Buñuelos de bacalao, clásicos bien logrados. Tampoco falta un cuenquecillo de encurtidos elaborados por ellos mismos, desde zanahoria a borraja. Recupera clásicos setenteros como el Lenguado relleno de setas y gamba blanca o un tradicional Escabechado de pollo campero, eso sí, con aromas de quina. Diferentes resultan el Brioche de croissant de paletilla de ternasco a baja temperatura, la Papada confitada con encurtidos y queso azul de oveja del País Vasco francés, las Pencas de acelga fermentadas y salteadas con mantequilla y
praliné de pistacho o la Berenjena glaseada.
El brioche croissant de ternasco. Foto: Gabi Orte Chilindrón.
No faltan las catas mensuales, con vinos especiales, que en breve pasarán a ser quincenales ante la buena acogida que reciben.
Baltasar Gracián, 12. 50006 Zaragoza. 976 924 181. De miércoles a sábado: de 12 a cierre y de 20 horas a cierre.
Horario de cocina: de 12 a 15.30 y de 20 a 22.30 horas. Tapas y raciones, de 2,5 a 22 euros.
