Javier Robles presenta a los medios los nuevos cortes hace casi diez años.. Foto: Archivo Gastro Aragón.

 

Hace quince años ya se temía por la desaparición de la ganadería ovina. De hecho, recuerda Diego Franco, director de marketing y comunicación de la IGP Ternasco de Aragón, que entonces «en producción teníamos más ganaderos y ovejas adscritas al Consejo Regulador», mientras iban avanzando en comercialización con «acuerdos con la gran distribución nacional que hoy están consolidados, comunicando cómo identificar el TA en las carnicerías que lo venden y volcados en la promoción del bocadillo de TA en la hostelería a través del concurso de bocadillos. Precisamente, ahora se cumplen veinte años de su creación e Interovic auspicia una estrategia nacional, importada del éxito de Aragón, bajo el nombre comercial de Paquitos».

No obstante, el sector ovino sigue con su grave crisis de producción y de consumo en España. «Desde el 2007 el número de ovejas de carne se ha reducido un 42,38%. Y en el mismo periodo su consumo se ha reducido un 70%, pasando de ser algo más de cinco kilos por persona y año a menos de kilo y medio», añade Franco, que matiza: «la producción y consumo de la IGP Ternasco de Aragón también desciende, pero resiste mucho mejor que la media general de la carne de cordero en España y es ya la carne de cordero de calidad diferenciada más vendida en volumen de kilos. En 2009 se certificaron 202 960 canales y en 2023 esta cifra fue de 160 000; y un descenso del 27% en quince años».

Pero mantiene la esperanza, «la perspectiva de futuro es que la producción no descienda tanto anualmente, porque los ganaderos que deciden quedarse se profesionalizan más y gestionan rebaños más grandes. Aunque seguirá bajando».

Por su parte, «en comercialización, debemos insistir en la diferenciación, de marca, de cortes y de formas de consumo». Reconoce que faltan cosas por hacer, «aún hay mucha gente que, sobre todo en Madrid, no nos reconoce y nos confunde con carne de ternera, seguiremos trabajando en ello». Su estrategia de promoción y comercialización del Ternasco de Aragón se centra únicamente en el cuadrante nordeste de España. «En Aragón el conocimiento y reconocimiento es muy importante; y en las otras comunidades del área, principalmente en el País Vasco y Cataluña, hemos avanzado mucho en estos quince años: ya son mil los puntos de venta que lo comercializan».

Se muestra satisfecho con la actual campaña de la carne rosa. «Sus resultados son muy positivos. Nos ha permitido diferenciarnos en el lineal y en la mente de los consumidores. Algo más del 50% del potencial comprador que vive en el cuadrante nordeste de España ya reconoce al Ternasco de Aragón como la carne rosa, mientras que en Aragón este dato es casi del 75%).

Además, se está potenciando el consumo del ternasco asado en restaurantes, «como plato estrella de Aragón que es; volvemos con el concurso de los bocadillos, ahora Paquitos, con presencia de nuevos formatos como el ternasco kebab en festivales gastronómicos y culturales, formamos a futuros profesionales de hostelería, dinamizamos comedores escolares y estamos continuamente apoyando a los equipos comerciales en ferias, acciones con distribuidores, jornadas, etc.»

Lo cierto es que la IGP se ha mostrado muy dinámica desde prácticamente su inicio, siendo la primera carne fresca de España reconocida con una Denominación Específica, actualmente IGP, Indicación Geográfica Protegida, en el ya lejano 1989. Cuando Arguiñano era prácticamente el único cocinero con proyección televisiva, dedicó varios programas a promocionar el Ternasco de Aragón; una política de comunicación y marketing que, con sus más y sus menos, continúa en la actualidad.

Pero además, ha ido adaptando su reglamento en función de las necesidades. Así, se modificó su peso en canal, actualmente entre ocho y trece kilos; se ampliaron las razas autóctonas aragonesas autorizadas, que ahora son ojinegra de Teruel, roya bilbilitana, rasa aragonesa, maellana y ansotana; y se han incorporado tanto los menudos, como platos preparados o la carne congelada. Siempre atendiendo a las necesidades de la producción, la comercialización y el consumidor.