La Semana Santa es cultura, descanso y gastronomía. Es una época esplendorosa de nuestro recetario tradicional, en la que sobresalen, por encima de cualquier preparación, las torrijas. Otrora comida de aprovechamiento, ideal para suplir las carencias proteicas de la Cuaresma, este dulce lleva años, además, en la cresta de las redes sociales y las publicaciones, que no dejan de hacer rankings y recomendaciones. En Restaurante Gamberro (Bolonia 26, Zaragoza), con 1 Sol Repsol y destacados en la Guía Michelin, no se quedan atrás. Por eso, su chef, Franchesko Vera, ha creado una realmente especial: una torrija inspirada en el Sudeste Asiático, con leche de coco y crema crujiente de cacahuete en forma de petit four. ¡Un fin de fiesta brutal!

Como explica Vera, esta versión propia y miniaturizada de la torrija se inspira en el postre tradicional, pero con el enfoque creativo y disfrutón propio de su casa. Para ello, emplean un buen pan, que sumergen en leche, pero de coco, e infusionada con especias como pimienta, galanga, jengibre, canela y anís. Una vez fritas, Vera elabora con ellas una crema, se sirven en un divertido molde con forma de cacahuete, se añade una crema crujiente y casera de cacahuete y se baña en manteca de cacao. El resultado es un bombón de torrija, un petit four totalmente especial, que está encantado a todos aquellos que se acercan a probar su espectacular menú de 17 pases (70 euros).

Este simpático y delicioso bocado es una muestra más de su personalísima cocina creativa. Gamberro es un poco irreverente, tiene mucho de elegante y lúdico y rebosa imaginación y nivel sirviéndose de una despensa espectacular, con grandes proveedores locales y nacionales, pero también foráneos. ¿Su lema? De Aragón al mundo. Neobaturrismo en estado puro.