La Dirección General de Turismo y Hostelería estima que genera un impacto económico global de 187 millones de euros anuales

Tambores en la iglesia de san Cayetano. Foto: Cristina Martínez Almozara.
Las actuaciones previstas contemplan la confección de materiales promocionales, una presencia destacada en ferias turísticas, medios digitales y redes sociales y la formación de guías especializados
Con el objetivo de revitalizar el turismo religioso como producto turístico propio de la comunidad, el Gobierno de Aragón ha lanzado la iniciativa “Aragón con Alma”, un proyecto que busca posicionar el territorio como destino espiritual de referencia, apostando por el valor de su arte sacro, sus tradiciones religiosas y la riqueza patrimonial.
Esta estrategia ha sido presentada hoy por el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, y el director general de Turismo y Hostelería, Jorge Moncada, en un acto celebrado en la Iglesia de San Cayetano al que han asistido 150 representantes del ámbito institucional, político, eclesiástico, turístico y social. Tanto el lugar escogido como la fecha, a las puertas de la Semana Santa, fecha clave del calendario litúrgico y festivo en Aragón.
El turismo religioso es, de hecho, un importante motor económico para la comunidad, con un impacto económico global estimado en 187 millones de euros, una cifra que subraya su relevancia dentro del conjunto del sector turístico. Ejemplos como la Semana Santa de Zaragoza, con 29 millones de euros generados, o la Ruta del Tambor y Bombo, que alcanza los 10 millones, reflejan el potencial de estas manifestaciones culturales y religiosas como fuentes de dinamización económica y social. A ello se suman los 10 millones de euros que mueve anualmente la Ofrenda de Flores, uno de los actos más multitudinarios de las fiestas del Pilar de Zaragoza.
Con esta iniciativa, la Dirección General de Turismo y Hostelería reafirma su compromiso con un modelo turístico sostenible y vinculado a las raíces culturales e históricas de la comunidad, generando nuevas oportunidades económicas a través de la puesta en valor de un patrimonio espiritual único en Europa. Las actuaciones previstas contemplan la confección de materiales promocionales, como una carpeta profesional de alta gama, una guía para ferias y una producción audiovisual de gran formato que comenzará a trabajarse esta Semana Santa. Además, el nuevo producto tendrá una presencia destacada en ferias turísticas nacionales e internacionales, así como en medios digitales y redes sociales. También se impulsará la formación de guías especializados mediante una plataforma compartida con el Arzobispado de Zaragoza y las Escuelas de Turismo.
Como parte esencial del proyecto, se ha constituido un grupo de trabajo para validar los contenidos y garantizar el rigor de los materiales generados. Este grupo está integrado por representantes de las seis diócesis de Aragón, el Cabildo Metropolitano de Zaragoza, el Santuario de Torreciudad, la Ruta del Tambor y Bombo, la Junta de Cofradías de Zaragoza, la Hermandad de San Juan de la Peña, el Monasterio de Nuestra Señora del Olivar, las tres diputaciones provinciales y las entidades públicas Turismo de Aragón y Zaragoza Turismo.

Jorge Moncada durante la presentación. Foto: Cristina Martínez Almozara.
La riqueza de la comunidad
Entre los atractivos turísticos y religiosos de la comunidad destaca el papel central que ocupa la comunidad como epicentro mundial de la devoción mariana. La Ruta Mariana en Aragón lidera los centros de peregrinación con proyección internacional: la Basílica del Pilar es uno de los templos más visitados del país, con cuatro millones de personas al año. A esto se suma el Santuario de Torreciudad, que ha recibido doce millones de peregrinos en sus cincuenta años de historia.
Además, Aragón cuenta con un conjunto excepcional de templos que atesoran siglos de historia religiosa y artística. Desde que se consagrara la Catedral de Roda de Isábena en el año 956, todas las diócesis aragonesas disponen de templos catedralicios. Entre ellos, destacan por su valor patrimonial la Catedral de Jaca, pionera del románico peninsular, las catedrales góticas y renacentistas de Barbastro y Huesca, y las catedrales mudéjares de Tarazona, La Seo y Teruel, declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Las cartujas y monasterios también forman parte de la riqueza religiosa de Aragón. La Cartuja del Aula Dei, con las escenas de la vida de la Virgen pintadas por Goya, y los monasterios de San Juan de la Peña, Sigena o San Victorián, algunos de ellos panteones reales, muestran cómo la espiritualidad ha moldeado el territorio a lo largo de los siglos. Y en lugares como el Monasterio de Nuestra Señora del Olivar, en Estercuel, aún habita comunidad religiosa activa y se exploran nuevas formas de turismo espiritual como el astroturismo.
Los caminos de peregrinación son otro de los motivos que sustentan esta propuesta. Aragón está atravesada por el Camino de Santiago en su trazado francés, declarado Patrimonio de la Humanidad, y por el Camino Jacobeo del Ebro. Existen también rutas de fuerte simbolismo religioso como la del Santo Grial, la de la Vera Cruz o el Camino de San Ignacio de Loyola, que permiten seguir los pasos de grandes figuras de la cristiandad.
Finalmente, la comunidad ofrece un intenso calendario litúrgico y festivo que se desarrolla de enero a diciembre, con celebraciones como la Semana Santa —reconocida internacionalmente en Zaragoza y en los municipios de la Ruta del Tambor y Bombo—, el Corpus Christi de Daroca, el Milagro de Calanda o las romerías en torno a las reliquias de Santa Orosia, una de las citas claves en el Altoaragón.

Entrega del reconocimiento al consejero Blasco. Foto: Cristina Martínez Almozara.
Miembro Fundador de la Red Mundial de Turismo Religioso
Además, Aragón ha sido reconocido como Miembro Fundador de la Red Mundial de Turismo Religioso, un programa de Tourism & Society Think Tank formado por profesionales expertos del turismo y la sociedad. El objetivo de la Red Mundial del Turismo Religioso es promover el turismo y la cultura religiosa en todos los continentes del mundo, crear oportunidades para nuevos destinos y fortalecer el liderazgo de aquellos destinos religiosos que cuenten con mayor reconocimiento.
Este reconocimiento sitúa a la comunidad como referente en el ámbito del turismo espiritual, en un contexto en el que 150 millones de personas viajan anualmente por motivos religiosos y donde el impacto económico global del sector alcanza los 13.000 millones de euros.
“Aragón con Alma” se presenta, además, en un contexto especialmente propicio: el Año Santo 2025, en el que millones de peregrinos buscarán lugares de encuentro y espiritualidad. Las diócesis aragonesas han designado una veintena de templos jubilares (la Catedral Basílica del Pilar de Nuestra Señora del Pilar en Zaragoza, la Parroquia Basílica de Santa Engracia en Zaragoza, la Capilla del Hospital de San Juan de Dios en Zaragoza, el Templo del Milagro de Nuestra Señora del Pilar en Calanda, la Basílica de Santa María de los Sagrados Corporales en Daroca, la Catedral de Tarazona, la Basílica del Santo Sepulcro de Calatayud, la Catedral de Huesca, la Basílica de San Lorenzo de Huesca, el Monasterio de San Salvador en Torrente de Cinca, la Ermita Virgen de La Alegría en Monzón, el Santuario de El Pueyo y la capilla de la Virgen de la Esperanza en Barbastro, el Santuario Virgen de La Peña en Graus, la Catedral de Jaca, el Santuario de la Virgen de la Aliaga en Cortes de Aragón y la Iglesia Parroquial de Cantavieja), una oportunidad excepcional para consolidar la oferta de turismo religioso y atraer visitantes a lo largo de todo el año.