Su joven empresaria Leticia Gil, cuarta generación familiar dedicada a la hostelería, destaca la gran acogida que el público aragonés le ha dedicado
La decisión de ubicar el último de sus restaurantes en Zaragoza tuvo que ver por la cercanía con Navarra, tierra natal, y Madrid
“Origen 1952” nace con la idea de unir lo actual y lo tradicional, mezclando una estética sofisticada con toques clásicos como la vajilla, el uniforme del servicio, el estilo de la decoración del siglo XVIII y una atención personalizada. Al frente del establecimiento está Leticia Gil, joven empresaria que viene de una saga familiar, y que da continuidad a cuatro generaciones dedicadas a la cocina y la restauración. Una trayectoria familiar destacada que cuenta con restaurantes como La Huerta de Tudela (Madrid), Restaurante 33 en Tudela (Navarra) han influido en su ubicación.
Ubicado en el número 6 del Paseo de la Constitución de Zaragoza, “Origen 1952” cuenta con una cristalera que rodea todo el establecimiento, luz natural, cocina a la vista y un jardín lleno de olivos en el centro de la ciudad. El restaurante, que abrió sus puertas hace un año y medio, fusiona conceptos del antes y del ahora en todo lo que lo rodea. Una mezcla de estética, marketing, diseño y una gastronomía tradicional que lo convierten en un establecimiento fresco, moderno y actual.
La carta de Origen 1952 cuenta con degustación de verduras en todas sus versiones. Están presentes la famosa ensalada de pato con jugo de higos confitados en micuit de foie gras, plato emblemático de “la casa”. La duquesa de patata a la importancia en salsa verde con borrajas y quinoa roja crujiente, otro de los imprescindibles, o las pencas de acelga rellenas de jamón ibérico y velouté de hongos con holandesa gratinada. El wok y la brasa, donde trabajan por ejemplo el tataki de solomillo ibérico macerado con boniato a la brasa, o los postres con su popular torrija, complementan una variada carta. El restaurante cuenta con productos propios como su vino de uva garnacha, un albariño y un aceite de la variedad griega koroneiki que se planta en el valle del Ebro.