Los actos comenzarán el jueves lardero, 8 de febrero, y se extenderán hasta el domingo 18. Epilenses y visitantes disfrutarán de almuerzos, pasacalles y bailes en esta histórica celebración, fiesta de interés turístico de Aragón
Épila ultima los preparativos para la celebración de su carnaval, declarado fiesta de interés turístico de Aragón. Los actos comenzarán este jueves, 8 de febrero, coincidiendo con la festividad de jueves lardero, y se extenderán hasta el domingo 18 de febrero. El de Épila es el carnaval más emblemático de Zaragoza provincia, destacado por sus singulares mascarutas y por la figura de Don Zaputero, tradicionales disfraces con más de 200 años de historia que cada año vuelven a llenar las calles de la localidad.
Las Mascarutas y Don Zaputero son sin duda la seña de identidad del carnaval de Épila. El disfraz de Mascaruta es una tela que tapa toda la cara conocido como talegillo, que solo lleva los agujeros de los ojos y la boca, y que cada uno complementa como quiere, eso sí, es imprescindible cambiar el tono de voz cuando uno habla para mantener el anonimato.
El origen de las Mascarutas de Épila se encuentra en el pasado, en los ritos más arraigados, que se adaptaba a una concreta posición social con recursos limitados, que obligaba al desarrollo de la imaginación. El carnaval supone una oportunidad para saltarse lo establecido, un período de tiempo consagrado a la diversión en el que se permiten ciertas licencias de comportamiento “mal vistas” en la rutina social. Al menos así era cuando se empezó a celebrar.
Mantener esta práctica es posiblemente la razón por la que el carnaval de Épila se considera uno de los más relevantes de Aragón y es que incluso durante el Franquismo, cuando la sátira carnavalesca estaba prohibida, estas figuras no dejaron de aparecer por las calles de la localidad justo antes de la Cuaresma. Servían tradicionalmente para ocultar la identidad de las personas que se escondían tras ellas. A este particular disfraz se sumaba la picardía de cambiar el tono de voz y la forma de caminar para no ser reconocidos.
En la actualidad, las Mascarutas son un vestigio de cómo disfrutaban de la fiesta carnavalesca los epilenses y su interés radica en su objetivo, el anonimato y la diversión. Se mezclan con los disfraces modernos llenos de color y no salen siempre solas, es habitual verlas en grupos, preparando las también tradicionales murgas, coplas que entonan delante de la gente y que pretenden satirizar la vida local, tanto en su faceta pública como en los aspectos más privados.
A las Mascarutas se une otro personaje tradicional que suele contemplar los días de carnaval desde el balcón del Ayuntamiento. Se trata de Don Zaputero, un muñeco de paja ataviado con un mono de obra rellenado de periódicos que, cada año, se coloca en el balcón del ayuntamiento para presidir los carnavales y que se quema en una piñata a modo de despedida al finalizar los festejos.
Actos para todos los públicos
Los actos comenzarán el jueves lardero con la cuarta edición del concurso de decoración de balcones y el tradicional desfile, que darán paso a multitud de actos durante toda la semana con los que los epilenses disfrutarán de diferentes concursos, pasacalles bailes y almuerzos. Como novedad, este año volverá a celebrarse el concurso de la reina del carnaval, que tendrá lugar el sábado 10 de febrero a las 9.45 en la sala multiusos.