Lo crudo y las flores comestibles se apoderan de Zaragoza
JMMU
Faltaba una propuesta como esta en Zaragoza y llega de la mano de Bal d’Isabena Bodegas y la distribuidora Dispac. El pasado lunes se presentó esta ruta, que se desarrolla en Zaragoza hasta el domingo, 2 de junio. Son 45 elaboraciones, de pato, de ahumados, de solomillo, de vaca madurada, de salmón, de atún rojo, de ibéricos e, incluso, vegetarianos, que estarán en las barras y mesas de una treintena de establecimientos zaragozanos.
Y lo harán aliados con los vinos de Bal D’Isábena Bodegas, DOP Somontano, una de cuyas referencias, el Isábena gewürztraminer. ha sido recientemente nombrado por el Master of Wine, Tim Atkin como «Vino descubrimiento del año» en Aragón. «El tartar es una técnica culinaria que nos parece sensacional y cada día hay más innovación en su preparación, la clave es que los productos sean frescos y de calidad. Con la llegada del buen tiempo hemos querido ofrecer a los zaragozanos una ruta por los mejores establecimientos especializados. Van a elaborar versiones con toques diferentes, todas aromnizadas con los vinos de Bal D’Isábena Bodegas: Isábena gewürztraminer, Isábena chardonnay, Isábena garnacha, Perrochico tinto o blanco», explicó el director comercial de Dispac, Carlos Melero.
Entre los participantes no faltan los clásicos como El Chalet o Palomeque, a los que se ha sumado muchos otros establecimientos. Desde el Bodegón Azoque, donde se presentó la ruta, que lo ofrece de salmón y carne, hasta el Beerland, que lo elabora con ahumados, pasando por el de calabacín del Baobab o el de anchoas del Zurracapote.
Zaragoza Florece
También está en la calle el festival Gastroflorece, como prólogo al Zaragoza Florece, en el que más de cuarenta bares y restaurantes ofrecen un total de 48 propuestas, sólidas y líquidas, donde se integran las flores, bien para ser degustadas, bien como decoración. Hay desayunos, brunchs, tapas, raciones, platos, postres, cócteles, etc. que tratan de sorprender al aficionado.
Pues aquí, «las flores no son solo una simple decoración en el plato, sino que se convierten en ingredientes que aportan texturas, aromas y sabores únicos, elevando así la experiencia culinaria a un nivel superior».