Recupera las clásicas tapas del Tubo y añade las suyas
Casa Pascualillo vuelve a brillar en el Tubo zaragozano, bien que by La Senda, ya que el reputado cocinero David Baldrich, con un sol repsol en su establecimiento original, ha tomado las riendas del establecimiento.
Avalado por Guillermo Vela y su esposa, Teresa Blasco, que regentaban la genuina casa de comidas desde 1984 –abierta en 1939 por los abuelos de Guillermo, Pascual Álvarez y Bruna Enrique–, Baldrich explica que «queremos recuperar un emblema histórico del Tubo, manteniendo muchos de sus platos y tapas clásicos, aunque también actualizaremos otros y acercaremos a la zona algo del espíritu de La Senda».
Así, los aficionados pueden disfrutar en su planta baja de una amplia propuesta de tapas, como diferentes croquetas –la de bacalao, de las mejores que hemos probado últimamente–, empanadillas, gildas, torreznos, lo que viene a ser una barra tradicional, con algunas innovaciones, por ejemplo, la singular ensaladilla rusa García. Por supuesto, vuelven al Tubo, en forma de ración, las cigalas de huerta ‒ajos tiernos fritos‒, en tradicionales versiones, la clásica y la actualizada, pero solo los meses con r, habrá que esperar a septiembre. No faltan raciones como el cazón adobado, realzado por una sabrosa salsa, el estofado de toro o los caracoles a la aragonesa.
A esta larga variedad de siempre, se suman diversas creaciones procedentes del acervo de La Senda. Por supuesto, el conspicuo huevo Senda, una creación que acompaña a Baldrich desde que abriera su primer restaurante en el barrio de Torrero, ya un icono de su cocina. Junto al huevo, el Canelón de pollo con coco y kimchi, una muestra de la capacidad de Baldrich para sorprender con los sabores, o el Ceviche de trucha del Pirineo, realzado por un soberbio sorbete de piquillo. Cuatro de ellas, además de un postre, pueden disfrutarse, por 30 euros, sin bebida, en el Menú Tapas, la mejor forma de adentrarse en esta cocina.
No falta un plato del día, compuesto por un entrante, el principal –a modo de ejemplo, Entrecot a la brasa, Arroz con costillas, Suprema de bacalao confitado con pilpil de hongos–, además de la bebida.
Casa Pascualillo dispone de varios y amplios comedores, además de un selecto y restringido reservado –con entrada independiente–, preparados para grupos. Y un espacio en la bodega, idóneo para eventos privados.
Un emblema del Tubo, actualizado, para disfrutar lo mejor de la tradición y la pericia de Baldrich con su actualizada cocina. Era necesario.
El Tubo, Libertad, 5. 50003 Zaragoza. 876 777 777. Cierra domingo tarde y lunes. Plato del día: 15 euros, incluye aperitivo, plato y agua, copa. de vino o de cerveza. Menú de tapas: 30 euros. Menú de grupos: en breve. Aparcamiento público cercano.