El periodista Albert Molins propone diferentes reflexiones, amenas y divertidas sin perder profundidad, en sintonía con la sentencia que aparece en una de las primeras páginas: «Comer es antes que nada un acto con una gran trascendencia social, que raramente hacemos solos, y con mil y una implicaciones culturales. Comer es algo profundamente íntimo y humano, vinculado con la vida, claro, pero también con la muerte, con el sexo, con la gestión de nuestro entorno, con la relación con nuestros hijos…»
Los veganos, la gula, la religión, la muerte, el erotismo, el postureo o la compañía son algunos de los asuntos que aborda, siempre desde la perspectiva gastronómica, entendida en su más amplio sentido. Pues aquí no aparecen cocineros ni restaurantes –apenas unas pocas, pero muy interesantes, recetas–, ya que el periodista aporte una mirada política -en su más honorable acepción– sobre todo lo relacionado con el hecho de comer. A lo largo de sus páginas acuña, por ejemplo, conceptos como el exhibicionismo caviar o hedonismo gañán, que ilustran su compromiso por otra forma de entender la comida. Un libro imprescindible en cualquier biblioteca que se precie y un magnífico regalo para cualquier persona sensible ante lo que ingiere.
Comer sin pedir permiso
Albert Molins. Rosamerón. Barcelona, 2024. 272 páginas. 21,90 euros; 10,99, ebook.