Cócteles aliados con los clásicos de Farniente

Se pudieron degustar tres propuestas bien diferentes. Alberto Arellano y Jorge Franco. Foto: Toni Galán.

 

El singular–pues no tiene cocina– restaurante Farniente –Pl. Salamero, 12. 50004 Zaragoza. 676 461 168– acogió el maridaje entre tres cócteles protagonizados por la ginebra aragonesa Vínica y otras tantas especialidades de la casa.

Esta costumbre de acompañar un cóctel con un pequeño bocado–que no al revés– es muy habitual en los vespertinos aperitivos del norte de Italia y se está extendiendo por Zaragoza, probablemente asociada al fenómeno del tardeo.

Pepe Romeo, gerente del establecimiento, presentó a Alberto Arellano, director general de Destilerías San Valero, elaboradora de la ginebra, que explicó la filosofía de este proyecto circular y sostenible, ya que está elaborada a partir de vino de garnacha.

 

Por su parte, Jorge Franco presentó un clásico cóctel, el negroni, que se alió con Agustina, un eclaire relleno de crema de queso de Valdecinca, trucha marinada, cebolla caramelizada y velo de guanchale ibérico.

 

Para la Picaña madurada de La Finca con aceite de oliva virgen extra se optó por el refrescante Tom Collins.

 

Y la Tartaleta de cuajo de queso de leches de vacas de la comarca de Los Monegros, una creación del cocinero Miguel Galino, del Asador Galino Pueyo, puso el dulce final, perfectamente acompañado por un suave gin-tonic alegrado con unos granos de uva moscatel.