La marca Trufa Negra d’Aragón viaja con el apoyo de la Diputación de Huesca, la AECT Pirineos y con el apoyo de la Escuela de Hostelería de Guayente

 

 

El Salón Internacional de la Agricultura, París 2025, acoge a productores de los Altos Pirineos y Pirineos Atlánticos hasta el 2 de marzo. Representantes de la marca Trufa Negra de Aragón forman parte de la delegación que pondrá en valor el hongo y dará a conocer al gran público las virtudes de este producto aragonés.

Los productores de estas dos regiones se han asociado para promover su cultura, participar en grandes eventos y mostrar de manera conjunta su rico patrimonio gastronómico. Los agricultores y productores locales han conseguido crear sectores de excelencia que les permiten garantizar respuesta a las necesidades y expectativas de los consumidores, así como promover Los Pirineos como tierra de gastronomía tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

La Escuela de Hostelería de Guayente, y sus equipos liderados por los profesores Francisco Fuertes y José Miguel García Escudero y en compañía de la propia directora María Ángeles Grasa, también estarán presentes los días 25, 26 y 27 de febrero. Elaborarán para su degustación mil tapas y pequeñas raciones que contendrán trufa negra de Aragón: carrillera con trufa y foie trufado, en colaboración con la Asociación de Trufa Negra de Aragón.

Es una oportunidad única para conocer como la tradición y la innovación se alían para mostrar autenticidad de producto en su mejor versión a todos los visitantes. El Salón Internacional de la Agricultura de París ha superado el medio siglo de historia consolidándose como una cita imprescindible que, además de presentar ganado, representa un importante escaparate para los productos locales y la gastronomía regional e internacional. De hecho, cuenta con 1000 expositores procedentes de 22 países.

Paris je t’aime, es como se denomina este certamen, abre grandes posibilidades para la trufa altoaragonesa, explicó el presidente de la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Aragón, David Royo. “Hay agricultura y ganadería, pero también gastronomía, porque en Francia entienden que va todo ligado”, dijo. “Aunque puede ser que haya ido alguna empresa española, es la primera vez que va una marca española de una asociación y estamos muy ilusionados. La trufa española no se había atrevido a presentarse en Francia, donde siempre han considerado que su trufa es la mejor del mundo, y vamos con una trufa de mucha calidad y sin complejos”, agregó Royo.

Desde la Asociación de Recolectores y Cultivadores de Trufa de Aragón insisten en agradecer el impulso de la DPH y de la ‘AECT Pirineos – Pyrénées’, un organismo constituido en 2020, mediante la firma de un convenio de colaboración entre la propia Diputación de Huesca, la Comunidad Autónoma de Aragón, el Departamento de Hautes- Pyrénées (Francia) y el Departamento de Pyrénées-Atlantiques (Francia)

El stand “Pyrénées-Pirineos” acogerá a estos ocho productores y artesanos de los Altos Pirineos y Pirineos Atlánticos:

• Judía de Tarbais: Producto emblemático de la región de Bigorre, etiquetado IGP y Label Rouge, reconocido por su textura fundente y su piel fina.
• Noir de Bigorre: Este cerdo endémico del Prepirineo, criado en libertad, produce un jamón excepcional con una curación natural de hasta 48 meses.
• Ave Negra de Astarac-Bigorre: Una raza local famosa por su carne marmolada y sabrosa, criada al aire libre según la tradición.
• Ferme du Porc Sain: Embutidos artesanales elaborados sin aditivos ni OGM, garantizando una calidad y un sabor incomparables.
• Domaine Les Pyrénéales: Un viñedo familiar que ofrece vinos de Bigorre (IGP Comté Tolosan Bigorre) resaltando las cumbres de los Pirineos.
• Brasserie In’Oc: Cervezas artesanales orgánicas, producidas con ingredientes locales y un enfoque eco-responsable.
• Les Saloirs de Louis: Quesos madurados en la granja, fruto de un saber hacer ancestral transmitido de generación en generación.
• Egarri Edariak: Bebidas artesanales vascas que combinan tradición e innovación para promover la cultura gastronómica de la región.