Pensaba uno que eran solamente los blogueros quienes se limitaban a copiar las numerosas notas de prensa que circulan por el mundo gastronómico, firmarlas y subirlas a la red. Pero no, el fenómeno se va extendiendo progresivamente a las redacciones serias, algo que ya iba viendo en otro tipo de informaciones, especialmente las económicas y políticas.
Me enseñan, no sin sorna, el original de una nota de prensa, emitida en Aragón, y lo publicado, que coincide, prácticamente línea por línea, salvo un añadido párrafo final y la eliminación de otro −que lo contextualizaba temporalmente−, con el original.
Hasta ahí, nada novedoso. Lo gracioso es que el artículo en cuestión viene firmado por un conspicuo periodista especializado. Y sí, los curiosos pueden encontrar por las redes las versiones coincidentes de la citada nota de prensa, unas firmadas y otras non, como los pimientos de Padrón.
Intensa, muy intensa fue la presentación de la nueva Agenda gastronómica de Aragón 2020, ya la décima. En su discurso, el vicepresidente Arturo Aliaga, se dedicó a crear su propio pasapalabra a partir de gastronomía. Con la A de Aragón, la M de mantel, la S de salud, sabor y singular, etc. Y haciendo gala de su paladar, explicó a la concurrencia que la trufa de Huesca no es igual que la Teruel; o que las migas que no saben igual con los pies manchados de barro, que acompañado por empresario indios en la Parrilla Albarracín. Por cierto, no sabemos si en el elogio a los productos aragoneses entraba el cava, porque el que se sirvió en el cóctel posterior era catalán, ese de los anuncios navideños que ya no se emiten.
Esperemos que no fuera el causante del tropezón en las escaleras mecánicas −no es el primero, por cierto, hemos visto más en el mismo sitio− del expresidente del gremio de los pasteleros; hay que decir que Aliaga saltó presto en su ayuda. Las migas ayudan a estar en forma.
La agenda es idéntica en presentación a la del año pasado, salvo por la desaparición de las efemérides que, por cierto redactó para la edición 2019 Jorge Marqueta, que era −casualidad ¿o no?− el anterior gerente de Turismo Aragón. Eso sí, para cubrir el hueco colocan diariamente todo el santoral. Tampoco aparece la más mínima alusión a Comparte el secreto, la campaña institucional para promocionar los alimentos aragoneses. ¿Por ser de dos departamentos diferentes?
No deja de ser un instrumento bastante útil, aunque se aprecia cierta audacia por parte de sus redactores. Por ejemplo, parecen dar por hecho que en marzo, habrá III edición del Congreso Hecho en los Pirineos, en Huesca, cuando no es así. Ni tampoco parece esperarse una nueva edición del Concurso de ternasco de Aragón, que ya no se celebró este año. Y aunque no se haya anunciado oficial ni oficiosamente, sí habrá Zaragoza Beer Festival, en junio, con lo que la agenda acierta, pero sin saberlo fidedignamente.
No aparece tampoco la Liga de la tortilla, con cinco ediciones a su espalda, organizada por los editores de esta web. Y lo que resulta aún más curioso, ni Gastromanía, ni el Congreso Gastronomía y salud, en donde colaboran los redactores de la agenda.
También se deslizan algunos errores, como la trufa negra que ilustra un sueltecillo sobre la Feria de Vera que se parece sospechosamente a una Tuber aestivum antes que a la melanosporum.
Por su parte, la gala de entrega de los premios a la mejor experiencia turística, celebrada unos días antes −vaya semanita turística− tuvo más de un político presente. Además del titular, Arturo Aliaga, al que el presentador le recomendó «tener cuidado con las aliagas», estuvo nada menos que Pablo Echenique, que apareció de forma virtual al final de un vídeo, Funky robot, del grupo zaragozano The Bronson.
Siguiendo con los eventos navideños, este más en familia, 22 entidades, especialmente consejos reguladores, recogieron el plato que conmemora su pertenencia al Círculo Agroalimentario Comparte el secreto.
Un acto rápido e íntimo, con una breve copilla de cava, este sí aragonés, para saludarse, felicitarse las fiestas y a otra cosa mariposa.
La directora general, Carmen Urbano, debutó con un concepto que ya verán como se pone de moda: ecosistema agroalimentario aragonés. Se acordó de la labor de los medios de comunicación, incluidos los olvidados especializados, como el que edita este sirio, además de Gastro Aragón, y adelantó que «vamos a compartir el secreto hasta que deje de serlo». Sea.
Por su parte, el consejero Olona aprovechó la oportunidad para hablar a corazón abierto al sector. Pues reconoció que los dos millones previstos para la promoción agroalimentaria en 2020 siguen siendo insuficientes; que para implicar al sector, la propia administración debe dar ejemplo, y como gesto citó la creación de la nueva dirección general, la de Urbano; y aseguró «hay que empezar por nosotros mismos», por lo que pedirá al resto de departamentos que se impliquen, para pasar a exigir, si la cosa no funciona; «si no, mal nos haréis caso las empresas». A ver.
Al menos, eso le han contado a este tapao, que no estuvo presente, ya que no se trataba de un evento abierto al público y el sombrero hubiera cantado en exceso.
Parece que la Guía Repsol, quizá la única que se mantiene desde hace decenios −salvo la roja, claro− ha decidido adaptarse a los nuevos tiempos y recuperar el empuje y la actualidad que perdió hace un tiempo. De momento, esta misma semana ha publicado el reportaje Jaca para golosos, amantes de las tapas y dormilones,firmado −lo que no es baladí, y menos en las redes− por Ana Cañil, con fotografías de Alfredo Cáliz. Aunque este tapao no frecuenta la ciudad oscense, nada en el texto, tampoco muy extenso, chirría.
Además, hemos podido confirmar que la guía ya tiene un colaborador, y solvente, para revisar los restaurantes aragoneses citados en la guía, algunos de los cuales debieron ser visitados hace muuucho tiempo, dada su escasa actualización. Si le hacen caso, pueden saltar muchas sorpresas, tanto en soles, como en comentarios. Expectantes quedamos, a ver si se actualizan también las recomendaciones, algunas demasiado obsoletas.
Abundando en las guías. Por si no le bastara con dominar el ámbito mundial de los restaurantes, Michelín ha consolidado la adquisición del 40% de Robert Parker Wine Advocate. Referencia mundial en valoración y prescripción de vinos, fue fundada por dicho abogado en 1978, y llega a catar más de cuarenta mil vinos anualmente, gracias a una red de críticos especializados; siendo en España y latinoamérica Luis Gutiérrez su referencia más visible.
Si los fabricantes de neumáticos, como suele escribir el editor de Gastro Aragón, han impuesto sus oscuras normas a los restaurantes de todo el mundo que quieren triunfar, su poder, aliado con el vino −Parker ya hacía y deshacía, enriquecía a quien le gustaba, como bien saben varias bodegas aragonesas− crece notablemente. ¡Qué miedo, por Baco!