VIAJAR POR ZARAGOZA: Agroturismo (I)

Toca documentarse para estar preparado cuando la situación nos permita volver a viajar con cierta normalidad por la provincia de Zaragoza, descubriendo sus numerosos atractivos, que van mucho más allá de los naturales, culturales, monumentales e históricos.
Precisamente, la Diputación de Zaragoza está preparando un completo catálogo de la oferta agroturística de la provincia.
Un nuevo concepto, ya muy desarrollado en el mundo del vino, gracias al enoturismo, pero de mayor recorrido, pues engloba la muestra de toda la actividad agroalimentaria, sean centros expositivos, más o menos convencionales, o explotaciones agroalimentarias, cuyos productores abren sus puertas al viajero, para mostrarles cómo trabajan, además de ofrecer catas y degustaciones.

Ricas razones para visitar la provincia

La Diputación de Zaragoza está trabajando para localizar y estructurar la importante oferta agroturística que dispone la provincia, poniéndola a disposición de los viajeros interesados. Una modalidad en alza, muy presente en el resto de Europa, que pone en valor la producción primaria del territorio, la difunde hacia el mundo y también vincula al viajero de forma afectiva con los productores y alimentos de la zona.

Dentro de este concepto se encuentran diversos museos y centros de interpretación, tanto públicos como privados, vinculados a algún producto concreto, desde la miel o la pastelería, al vino, de la mano de los consejos reguladores de las tres denominaciones de origen con que cuenta Zaragoza.

Pero también las propuestas de aquellos productores que han decidido abrir su explotación agrícola al público, sean escolares o turistas interesados. Campos de fruta, la producción del arroz, la elaboración del hidromiel, la caza de la trufa, son algunos ejemplos concretos, además de las granjas escuela.

El museo más dulce

El Museo de la Pastelería de Daroca es uno de los tres que hay en España dedicados al mundo dulce, precursor de estos centros expositivos privados en la provincia de Zaragoza. Creado a partir de la enorme colección de utensilios atesorados por las seis generaciones de pasteleros de la familia Segura, y ubicado en pleno centro de Daroca, supone un completo repaso por la historia de este oficio, así como de las técnicas utilizadas cuando no existían ni la refrigeración, ni el acero inoxidable.

La totalidad de las visitas son guiadas, con lo que el aficionado disfruta de explicaciones de primera mano. El cacao, de donde surge el chocolate, protagoniza la primera planta, con abundancia de curiosos moldes para bombones.
Los tradicionales caramelos y turrones ocupan el siguiente piso, con moldes de caramelos con figuras de animales, troqueladoras, etc. Además del trabajo con las almendras, que deben ser peladas, partidas y prensadas para convertirse en turrón; el proceso completo se explica en el museo.

La última plana recoge las máquinas que se utilizaban en siglo XIX para el oficio de repostero, así como las técnicas para conservar diferentes alimentos perecederos, como los huevos. Especial importancia adquiere el rincón de la Cerería, ya que la elaboración de velas, tras la extracción de la miel de las colmenas, era un trabajo complementario de los pasteleros durante largos siglos.

En las actuales circunstancias, las visitas deben concertarse a través del teléfono 685 976 367. Habitualmente cuestan tres euros, con entrada libre para niños de hasta diez años. Disponen de una cercana tienda propia.

El Museo de la miel dispone de una completa tienda en Ejea de los Caballeros. FOTO: Archivo Gastro Aragón.

Abejas, mucho más que miel

También lleva mucho tiempo abierto, a cargo de la familia García, ya en su segunda generación, el Centro de Interpretación de las Abejas o Museo de la miel , en Ejea de los Caballeros.
Con larga experiencia en actividades en torno a la miel y las abejas, ofrecen una visita guiada, de hora y media de duración, por cinco euros, en la que se describen cómo son las colmenas, el proceso de extracción de la miel y otros productos, además de conocer, en el Aula de las abejas, las características de las mismas. Las visitas deben concertarse en el teléfono 652 092 394, donde también informan de las catas de miel o los talleres de velas.
La visita al museo, que expone material apícola antiguo, es gratuita y junto al mismo se ubica la tienda, donde además de la miel y la jalea, se encuentran cosméticos naturales, velas, lapiceros, etc. Todo relacionado con las abejas.

Por su parte, en Monegrillo, como parte fundamental de su Centro de interpretación ambiental de las Estepas de Monegros se dispone de un espacio concreto dedicado a la apicultura, en colaboración con Jalea de Luz, que organiza también actividades didácticas relacionadas con la miel y las abejas.

Alguno de los tractores que se exponen en Aquagraria, el más antiguo de 1914.. foto: Archivo Gastro Aragón.

Otros centros

El Museo Aquagraria también en Ejea de los Caballeros, dependiente de una fundación sin ánimo de lucro, vincula el poder del agua, la lucha por la misma en la zona, mostrando la evolución de los aperos agrícolas, que abarcan desde arados tipo romano del XVIII a numerosos tractores, incluido uno, pionero, de 1914–. La visita cuesta dos euros, uno más si es guiada. El museo organiza numerosas actividades, para escolares y para el público en general, siempre relacionadas con el uso del agua, la agricultura, etc. Del museo depende La Casa del Colono, en El Bayo, precisamente uno de los pueblos de colonización vinculados a la capital de las Cinco Villas, cuya historia se reconstruye.

Las setas disponen únicamente de dos espacios en la provincia. El Centro de Micología auspiciado por Asociación Micológica en San Martín de la Virgen del Moncayo, que lleva décadas organizando jornadas micológicas.

El Museo Micológico de Isuerre, en pleno Prepirineo zaragozano, que se ocupa de las setas de su zona, con sala de audiovisuales y paneles interactivos.

Aunque su actividad durante este atípico año 2020 haya sido irregular, La Granja de Tío Carrascón, sigue trabajando desde Cerveruela para adaptarse a la nueva situación a partir del próximo año, cuando informarán de sus novedades.

El Museo de la Viña y el Vino DOP Cariñena emprenderá en breve una remodelación. FOTO: Archivo Gastro Atagón.

Pionero enoturismo

El vino ha sido el sector pionero en mostrar su actividad agroalimentaria. Las bodegas son conscientes del vínculo emocional que se logra con la marca al conocer a las personas que realizan el largo y duro proceso de elaboración del vino, por lo que se han lanzado a mostrarlo.

La belleza de las viñas en otoño, la posibilidad de vendimiar, aunque sea un ratito, la disponibilidad de espacio en las bodegas y el creciente interés de los consumidores por saber más acerca del mundo del vino, ha auspiciado la aparición de numerosos paquetes turísticos. Incluso algunas bodegas zaragozanas, como Bodegas Care, en Cariñena, disponen de su propio restaurante, abierto al público en general.

Cada una de las tres denominaciones de origen han creado museos del vino, que ofrecen su propio concepto de la cultura vitivinícola. El de la DOP Campo de Borja se ubica en el Monasterio de Veruela, mientras que el de la DOP Calatayud lo hace en el de Piedra, donde también se encuentra una interesante exposición, Historia del chocolate en Piedra, que llegó a Europa precisamente desde allí. El de la DOP Cariñena se ubica en la localidad del mismo nombre

Resulta imprescindible recordar la importancia de las rutas del vino, presentes en las tres denominaciones. La Ruta de la Garnacha, la Ruta del Vino del Campo de Cariñena y la Ruta del vino Calatayud, que proponen desde viajes en autobús hasta catas y degustaciones, pasando por paseos entre viñedos, cicloturismo, etc.

NOTA

Durante la duración del Estado de Alarma, previsto hasta el próximo mes de mayo, algunos de los lugares propuestos pueden ver modificados sus horarios y condiciones de visita.