Un grupo internacional de climatólogos, liderado por Fernando Domínguez, recopila datos de más de 3500 sequías en 153 localidades de 11 países

rogativa

Imagen de la procesión de rogativa para pedir lluvia en Quito (Ecuador) en 1621.

239 rogativas pertenecen a Aragón, muchas celebradas en Zaragoza y Teruel, pero también en pequeños santuarios

Un estudio sobre las ceremonias de rogativas o ritos para intentar cambiar la meteorología cuando ésta no es favorable ha permitido conocer las más de 3500 sequías que han tenido lugar en 153 localidades de 11 países de los últimos 650 años. De las 3500 rogativas analizadas, 239 corresponden a Aragón, muchas celebradas en Zaragoza y Teruel, pero también en pequeños santuarios como la ermita de Santa Elena (Biescas) o la ermita de la Virgen de Ubieto (Sabiñánigo).
Fernando Dominguez UNIZAR

Fernando Domínguez. FOTO: Cortesía UNIZAR,

Fernando Domínguez Castro, investigador ARAID en la Universidad de Zaragoza, ha liderado el trabajo de un grupo internacional de climatólogos en la iniciativa InPRo, International Propluvia Rogation database, que, tras la consulta de una ingente cantidad de documentación histórica, ha recopilado más de 3500 fechas de celebración de rogativas por la falta de agua en 153 localidades repartidas en España, Francia, Portugal, Italia, México, Guatemala, Ecuador, Perú, Argentina, Chile y Filipinas.
«Las fechas de estas celebraciones tienen un gran interés para la reconstrucción del clima del pasado ya que indican cuándo una población estaba sufriendo un déficit hídrico importante», destaca Domínguez Castro, investigador ARAID en el Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio y del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA) de la Universidad de Zaragoza. «Sin duda alguna, esta información es de vital importancia para entender mejor las sequías y su variabilidad a largo plazo y entender el clima del pasado y poner en contexto el clima presente y futuro».

Rogativas propluvia: desde rezos a procesiones

En la mayoría de las religiones se celebran ritos para intentar cambiar la meteorología cuando ésta no es favorable para el desarrollo de las actividades humanas: intentar que llueva en épocas de sequía, que deje de llover cuando se prevean inundaciones, templar la temperatura en olas de calor o frío, o para desviar tormentas y evitar que afecten a poblaciones, cultivos o ganado.
 «En concreto, en la religión católica existen unos ritos específicos para combatir la sequía, las rogativas propluvia, que podían ir desde unos simples rezos en la iglesia hasta procesiones multitudinarias a lugares de especial veneración -señala Domínguez Castro-. Su celebración debía ser solicitada formalmente por los ayuntamientos y ser aprobada por la iglesia, en un proceso burocrático que dejaba registro en diferentes archivos».
La primera celebración recopilada data de 1333 y las últimas son previas a 1950. Esta base de datos acaba de ser publicada en Scientific Data, una revista del grupo Naturey puede consultarse en el visor web,donde es posible acceder a todos los datos recopilados por este grupo internacional de científicos.

Una sequía intensa en Aragón en 1680

 «Además, era frecuente que las rogativas se celebrasen de manera continuada, hasta que el déficit remitía, esto permite estimar la duración de la sequía. Es incluso posible evaluar la extensión de la sequía cuando varias localidades celebraban rogativas simultáneamente».
El exhaustivo estudio de rogativas en archivos históricos tanto eclesiásticos como municipales ha permitido constatar, por ejemplo,  «una sequía especialmente intensa en el caso de Aragón que tuvo lugar en 1680 cuando se celebraron rogativas envarias localidades de Aragón -Jaca, Santuario de San Úrbez, Yebra de Basa y Zaragoza», apunta el investigador del programa de captación de talento de la Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID) del Gobierno de Aragón.
 «Dos años más tarde en 1682 encontramos importantes sequías al otro lado del Atlántico en México, Guatemala y Ecuador. Otro episodio relevante ocurrió entre 1779-1781 con importantes sequías por toda España durante todo el periodo, pero también en Portugal (Lisboa, Oporto, Évora, Beja) y en el norte de Italia (Padova)».