Según se desprende de las 800 encuestas realizadas, el perfil que más los consume esta tipología está entre los 50 y 60 años
El principal motivo de compra es la salud, seguido por el deseo de evitar químicos de síntesis en los alimentos y proteger el medio ambiente
Al consumidor ecológico le motiva principalmente llevar una vida saludable, que los alimentos no tengan químicos de síntesis y preservar el medio ambiente. Así se desprende del Estudio de la demanda de productos ecológicos en España elaborado por el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica presentado esta mañana por Antonio Artal, presidente del mismo, y Juan Delgado y Tamar Buil, investigadores encargados de elaborar el documento, y que ha contado con la participación de Joaquín Olona, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Carmen Urbano, directora general de Promoción e Innovación Agroalimentaria del Gobierno de Aragón y Pablo Martínez, director general de Protección de Consumidores y Usuarios del Gobierno de Aragón.
Se han identificado dos tipos de consumidores; los llamados convencidos y los que consumen de forma gradual. La gran diferencia es su sensibilización medio ambiental. Podemos decir que comprar más o menos productos ecológicos está relacionado con tener más o menos compromiso ecológico… es decir, reciclar, cuidar la naturaleza, no consumidor productos irrespetuosos con el medio ambiente… y en base a esto, hay dos perfiles de consumidores porque hay dos velocidades. El ‘convencido’ está comprometido con la preservación del medio ambiente y su estilo de vida. Esto se refleja en que recicla en la medida que puede; cree en el respeto del bienestar animal; no consume marcas que no son respetuosas con el medio ambiente y un 40% de su compra es ecológica.
Aquel que consume de forma gradual es un principiante. Conoce que hay que cuidar la naturaleza, pero no está totalmente comprometido. Recicla todo lo que puede, pero no está dispuesto a pagar más por productos ecológicos y así lo demuestra su cesta de la compra, con menos de un 20% de ecológico. Este consumidor a medio plazo, especialmente en el entorno que vivimos y con el pacto verde europeo de fondo, se transformará en un convencido. Habrá que ver en qué se convierte el convertido o si aparecen nuevos tipos
Con respecto al etiquetado, el consumidor ecológico sí que conoce el logotipo de la hoja verde europea que certifica que un producto es ecológico. El resto de consumidores podrían no tener la misma percepción pese a que, actualmente, con el etiquetado ecológico se identifican fácilmente estos productos ya que el consumidor cuando encuentra la hoja verde con las estrellas o el sello de la comunidad autónoma de certificación ecológica sabe que se trata de un producto bio o ecológico.
La tendencia actual nos lleva a un mayor gasto en productos ecológicos con incorporación de eco en categorías diferentes a las que venían siendo las iniciadoras (frutas, verduras). Cada vez veremos más legumbres, pastas e incluso transformados ecológicos en la cesta de la compra.
Aragón ha pasado de 72 000 hectáreas de cultivo ecológico en el año 2020 a 108.000 en el 2021; también se ha incrementado el número de agricultores y ganaderos ecológicos desde los 1.100 aproximadamente hasta 1623, en el mismo periodo.